"Café para todos"
Considerando que en una democracia es opinable hasta la forma de Estado, merece una reflexión éste esperpento político que se llama el Estado de las autonomías, formado en base a la tradicional envidia de los españoles -el pecado capital por excelencia- y no basado en una necesidad política. El tradicional anhelo autonomista de Cataluña y Euskadi, y en menor grado Galicia, se solucionó con lo que alguien llamó "café para todos" quieras o no. Se aplicó el "si les damos a éstos lo pedirán los otros", y así surgió este ridículo de 17 autonomías. Hasta Madrid es una comunidad autónoma uniprovincial. ¿Tendrá su Aberri Eguna? Se han creado cargos políticos, se han formado parlamentos, se han inventado himnos y, quien más quien menos, tiene su día de la patria. Sería sólo esperpéntico si encima no costase dinero.- Antonio Martínez Larrucea.
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