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Tres niños, hospitalizados en Sevilla tras permanecer solos en su casa durante una semana

Los hermanos Jonathan Cepero Mariscal, de ocho años de edad, y Anabel y Rocío, gemelas de un año, permanecen desde el sábado en la unidad de puericultura de la ciudad sanitaria Virgen del Rocío, donde Ingresaron custodiados por el Tribunal Tutelar de Menores tras ser abandonados por su madre, adicta a la heroína. El padre, Antonio Cepero, está preso, y los menores llevaban viviendo solos una semana.

Fueron los propios vecinos de Jonathan, Anabel y Rocío quienes el sábado denunciaron a la policía el abandono de los niños en su domicilio, una casa del barrio de Su Eminencia, barriada del extrarradio de Sevilla de carácter marginal y con alto grado de delincuencia. Según el testimonio de los vecinos, la familia Cepero Mariscal llegó al barrio hace poco más de un mes.Durante este tiempo, el niño mayor, Jonathan, no ha ido al colegio y ha sido el principal encargado del cuidado de sus hermanas pequeñas, ya que el padre, coincidiendo con la llegada de la familia al barrio, ingresó en prisión para cumplir una condena de tres meses. Según las mismas fuentes, se espera que quede en libertad en mayo.

Según aseguró ayer a este periódico el director médico del mencionado hospital infantil, Marco Ribó, los niños se encuentran bien. Ni Ribó ni ningún responsable del hospital quisieron ayer ofrecer más información sobre este suceso, alegando que sólo se trata de "un caso más" de los 230 que este hospital ha atendido de niños que han sufrido malos tratos o abandono en los últimos 20 meses.

Ribó dijo que esta cifra, aunque pueda parecer grande, tan sólo es "la punta del iceberg" de los casos de niños maltratados en la ciudad. Según el médico, los casos que llegan al hospital son extremos. Se trata de daños físicos que son visibles, como niños con fracturas o quemaduras o los que han sido objeto de palizas y apaleamientos. "Los malos tratos a los niños pueden ser no sólo físicos y en algunos casos muy sutiles", añadió Ribó.

A los requerimientos de los vecinos, dos agentes de policía entraron el pasado sábado en el domicilio de los Cepeda Mariscal. Allí encontraron a Jonathan tendido en una cama con vómitos y fiebre, víctima de una gastroenteritis. Sus dos hermanas padecían diversos rozaduras y afecciones en la piel, por no haber sido cambiadas de pañales con la frecuencia necesaria.

Los niños fueron fueron puestos bajo custodia del Tribunal Tutelar de Menores por decisión judicial. También por este motivo permanecen ingresados en una unidad de Puericultura, ya que, según Marco Ribó, su estado de salud es bueno. Según fuentes del hospital, la madre de los niños no había acudido al centro sanitario. Según los vecinos, la madre es heroinómana y trabaja habitualmente en una gúisquería. Desde hace una semana no ha ido por su casa.

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