La policía desalojó a los casi 200 vecinos encerrados en las oficinas de Gas Madrid

Fuerzas de la Policía Nacional desalojaron a las 13 horas de ayer a los cerca de 200 vecinos de Villaverde que permanecían encerrados en las dependencias de Gas Madrid, en la ronda de Toledo, desde las 10 de la mañana del viernes. Los vecinos estaban encerrados en protesta por el retraso en la normalización del suministro de gas en 700 viviendas, afectadas por una explosión ocurrida el 6 de agosto de 1987, en la que resultaron muertas cinco personas.

Desde entonces, los vecinos sólo disponen de gas butano, que les permite simplemente cocinar, pero no calentar sus viviendas ni dotar de agua caliente al baño. Un portavoz de los vecinos afirmó, tras el desalojo, que "si la explosión hubiera ocurrido en un barrio rico el suministro se habría arreglado en ocho días, y nosotros llevamos, esperando ocho meses".

Los vecinos, antes de ser desalojados, intentaron contactar con la delegada del Gobierno en Madrid, Ana Tutor, para ofrecer abandonar el encierro voluntariamente si Tutor se comprometía a convocar una reunión entre vecinos de Villaverde y Gas Madrid, pero no pudo ser localizada.

Gas Madrid no reanuda el suministro de combustible porque antes quiere retirar los contadores de cada vivienda y revisarlos, ante la sospecha que algunos tengan trampa. Los vecinos rechazan la implícita acusación de tramposos que conllevaría dicha actuación y piden que primero se reanude el servicio y después se controle a los abonados.