El Gobierno transmitió a una delegación argelina su deseo de que presione a ETA

La reciente visita a Madrid de una importante delegación argelina ha permitido superar la crisis en la relación entre ambos suscitada semanas atrás por el comportamiento mostrado por el Gobierno de Argel respecto al grupo de activistas de ETA confinados en ese país. Fuentes solventes han manifestado a este periódico que el Gobierno español se da ahora por satisfecho de las explicaciones y de los compromisos adoptados por los integrantes de esta delegación argelina, que, al parecer, se entrevistó a finales del mes pasado en la Moncloa con el vicepresidente, Alfonso Guerra.

Según las mismas fuentes, y como consecuencia de esos encuentros, las autoridades españolas han descartado, al menos momentáneamente, la posibilidad, sopesada últimamente en medios gubernativos, de renunciar a Argel como escenario de una hipotética negociación con ETA Militar. Se apunta, por el contrario, que Argel va a transmitir a los dirigentes de la organización terrorista allí confinados un mensaje, similar a un ultimátum, en el que el Gobierno emplaza a ETA Militar a hacer efectiva la tregua y le advierte que, en caso contrario, descartará la idea de una negociación.Más aún, se indica que el Gobierno contempla la posibilidad de que las autoridades argelinas presionen a partir de ahora a la comunidad de activistas, como un elemento más de un conjunto de medidas y de iniciativas políticas y policiales que implicarían también al Gobierno, de París y a las fuerzas políticas vascas. El Ejecutivo español parece dispuesto a no considerar las lagunas en la cooperación sobre ETA mostradas por Argelia a lo largo del último año y medio, cuyo último y más importante ejemplo, según las mismas fuentes, fue la negativa argelina a permitir que Makario fuera interrogado por la policía española sobre la infraestructura utilizada años atrás por el comando Madrid, autor del secuestro de Emiliano Revilla.

[El portavoz de la familia del industrial afirmó ayer, al cumplirse los 44 días del secuestro, que continuaba "como el primer día del secuestro", y que "la falta de noticias sobre Emiliano nos produce una sensación de desazón y desaliento difícil de explicar" informa Efe].

Las fuentes consultadas por este periódico indican que el Gobierno español confía en que las instituciones y las fuerzas políticas vascas reaccionen frente a la decisión de ETA de reanudar sus atentados. Estas fuentes aluden a la iniciativa de liderar el proceso de pacificación anunciada recientemente por el presidente del Gobierno vasco, José Antonio Ardanza, y consideran significativas las declaraciones en las que el vicepresidente del Ejecutivo autónomo, el socialista Ramón Jaúregui, apunta la necesidad de "invertir la lógica terrorista" y de demostrar a ETA que la oferta de reinserción y la disposición al diálogo por parte gubernamental tiene un límite preciso en el tiempo.

Señalan igualmente que algunos dirigentes socialistas vascos creen en la conveniencia de iniciativas que culminen incluso en el rechazo expreso por parte de los partidos vascos a cualquier contacto negociador con ETA que no esté precedido por la tregua de la actividad terrorista. "La frase 'con atentados no hay contactos' hay que proyectarla hacia el futuro y darle un contenido más contundente".