La visita de los Reyes a la Expo 92 dará el espaldarazo a los proyectos de la muestra
Los Reyes de España inaugurarán en Sevilla el próximo día 12 la muestra Expo 92 Informa y visitarán la isla de la Cartuja, recinto donde está construyéndose la Expo 92. La visita real, según se interpreta en medios próximos a la Expo, sancionará definitivamente el proyecto de la muestra universal, una vez que el Gobierno dio por terminado el conflicto sobre la eficacia interna con la puesta al frente de la Sociedad Estatal para la Expo 92 de Jacinto Pellón como consejero delegado de la sociedad. Los Reyes, según está previsto, conocerán a pie de obra los trabajos de adecuación del antiguo edificio de la Cartuja -el único existente aún en el recinto- para Pabellón Real de la exposición.
Ningún monarca visita la Cartuja desde que en el siglo pasado lo hiciera Isabel II. Cuando esta reina visitó el edificio, éste ya no cobijaba frailes ni oficios religiosos, sino la que empezaba a ser floreciente industria de: cerámica de Pickman, que aún pervive, aunque en otro lugar de Sevilla. Aquella visita regia, atrás ya la desamortización de Mendizábal, que puso fin a la vida de la Cartuja como monasterio y recinto religioso, significó entonces el consentimiento y el respaldo de la Corona a la industrialización del país.
Pabellón Real
La historia se repite, según se opina en medios próximos a la organización de la Expo 92, para los que la presencia de los monarcas en el edificio que fue monasterio y luego fábrica sancionará definitivamente el proyecto de la muestra universal conmemorativa del V Centenario del Descubrimiento. La antigua Cartuja será a partir de ahora Pabellón Real de la Expo 92.La visita de los Reyes es de este modo un símbolo, como lo es el recinto arquitectónico del antiguo monasterio, construcción insignia de la muestra y edificio de rango. La Cartuja es, además, lo único tangible por el momento, ya que el resto de la exposición, hoy por hoy, sólo se puede comprender sobre los planos. El recinto tiene, además de nombre, el Pabellón Real, una importante carga histórica, como la tumba en la que descansaron los restos mortales de Colón y las visitas del almirante al monasterio.
Día a día, la apariencia de la Cartuja es distinta. Un centenar aproximado de personas, entre obreros y un equipo técnico interdisciplinar, conformado por arquitectos, arqueólogos e historiadores de arte, realizan los trabajos para adecuar el edificio. Para cuando el Rey llegue se habrán sentado las bases arquitectónicas del futuro Pabellón Real y se habrá decidido qué elementos permanecerán, tanto del monasterio como de la fábrica. Los trabajos actuales, limpiezas, demoliciones y consolidaciones, harán posible que en junio se presenten los proyectos arquitectónicos definitivos.
Don Juan Carlos comprobará cómo conviven los restos religiosos con los industriales, como se aprecia con facilidad en la iglesia, donde se encuentra la Capilla de Colón. Las paredes y el techo del templo permanecen ennegrecidos por el humo de los hornos y el suelo surcado por los raíles de las carretillas que transportaban las materias primas para las cerámicas.
En junio de este año se habrán invertido en la restauración del edificio 563 millones de pesetas, a los que hay que añadir 320 más, de la Consejería de Obras Públicas andaluza y el Ministerio de Cultura, que se invertirán el presente año, y 300 del Banco de España para invertir hasta 1992.
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