Personas muy ocupadas

El propio presidente del Grupo Parlamentario Popular, Arturo García Tizón, figura entre los diputados de AP que han faltado a la mitad de los plenos celebrados por el Congreso en esta legislatura. Un hecho que no parece censurable a numerosos parlamentarios aliancistas -"Felipe González ha faltado a muchos más", afirma uno de ellos-, porque no cabe pensar, dicen, en que personas con muchas ocupaciones se sienten de martes a jueves en los escaños del Congreso, para asistir sin voz a las sesiones, "porque el sistema de funcionamiento por portavoces reduce mucho la participación de los parlamentarios".En estos momentos se da la paradoja de que hay diputados aliancistas que registran un alto nivel de ausencias, debido a otros trabajos de responsabilidad en el partido. Este es el caso del ya citado García Tizón, pero también del ex presidente del grupo, José Manuel Romay, actual presidente de la Diputación de La Coruña. Romay fue uno de los ausentes en la votación del 24 de marzo pasado, en que la inasistencia de 31 compañeros más provocó una situación ridícula para AP: no consiguió que fuera elegido un miembro del Consejo del Poder Judicial -el magistrado Roberto García Calvo- cuyo nombre había sido consensuado con el PSOE. Ese día Romay no se encontraba en Galicia, sino en Argentina.

También el secretario adjunto de organización de AP, Gonzalo Robles, tiene problemas para hacer compatible el escaño con el resto de sus actividades en AP, y lo mismo le sucede al diputado valenciano Ignacio Gil Lázaro, quien desde hace meses brega con la crisis interna de su propia organización.

Otros diputados aliancistas están ocupados en asuntos privados, que son la principal razón aparente de su absentismo parlamentario, aunque ellos dicen que el grupo no les da juego. Es el caso de Jesús Sancho Rof, ex ministro de UCD y actual diputado de Alianza Popular, quien afirma que no participa más en las tareas parlamentarias "porque no me dan mayor responsabilidad". Sancho Rof es uno de los 68 diputados aliancistas que menos acuden a los plenos del Congreso, pero asegura que eso se debe a "la inutilidad de permanecer horas y horas en el escaño, sin nada que hacer, salvo escuchar una retahíla de discursos en los que uno no puede intervenir" y a que su grupo parlamentario no le encomienda tareas de importancia."Yo he sido ministro de Obras Públicas", comenta Sancho Rof, "y resulta que ni me preguntan a la hora de establecer la posición del partido sobre la Ley de Costas". Tras estas afirmaciones, el ex ministro asegura que él no ha faltado a "ninguna votación importante para el Grupo Parlamentario Popular", porque se ha "preocupado de estar pendiente" y alega como prueba el hecho de que participó en la votación del 24 de marzo pasado.

"El problema reside en la profe sionaliz ación, o no, de la tarea parlamentaria: es decir, si los diputados deben convertirse en un simple número a la hora de las votaciones, o bien aceptar una mayor flexibilidad y que la dirección del grupo parlamentario prevea con tiempo la presencia de suficientes parlamentarios en las votaciones importantes".