Tres muestras ejemplares
Las tres colecciones privadas que simultáneamente se están exhibiendo en Madrid -Panza, Nasher y Lenz Schönberg- constituyen un testimonio precioso sobre lo que es y significa esta vieja pasión en la actualidad.La procedencia de cada uno de los tres es distinta -Italia, Estados Unidos y República Federal de Alemania-, pero sus edades son parecidas; su actividad profesional, equivalente, e incluso coinciden las fechas en las que se decidieron a coleccionar arte de vanguardia, la década de los cincuenta. Por otra parte hay otro rasgo común que comparten, todavía más relevante: han formado sus colecciones en estrecho contacto con los artistas, estableciendo con ellos en muchos casos relaciones amistosas de complicidad.
El más personal de los tres es posiblemente Panza di Biumo, que se ha llegado a convertir en un autorizado experto en las materias de vanguardia que le han interesado. Así ocurre, por ejemplo, con los excelentes fondos que posee de arte minimal, sobre los que habla con una precisión reveladora de su completa identificación estética personal. De esta manera no sólo se aprecia la importancia de las obras que ha llegado a atesorar de esta tendencia, sino que se puede determinar un estilo Panza de interpretar el minimal distinto del que se refleja en esa otra excelente colección actual de minimal, la del británico Saachi.
Vanguardia clásica
El matrimonio norteamericano formado por Patsy y Raymond Nasher, tejanos de Dallas, ha sido comparativamente más clásico en sus gustos de vanguardia. La parte destacada de su colección la forman sin duda las esculturas, de las que poseen un catálogo tan completo que es factible recorrer la escultura vanguardista desde sus orígenes históricos hasta la actualidad, con lo que no es en absoluto engañosamente pretencioso titular esta exposición como Escultura del siglo XX.
Las 52 obras que se han seleccionado de las aproximadamente 200 que posee la colección del industrial muniqués Gerhard Lenz son, por su parte, un privilegiado testimonio del arte europeo de vanguardia durante el interesantísimo momento artístico del paso de los años cincuenta a los sesenta, en el que se vieron implicadas figuras tan relevantes como Fontana, Klein, Manzoni, Rainer, Tápies, Soto, Vasarely, Tinguely, etcétera.
Por último cabe destacar a propósito de la afortunada coincidencia de estas tres colecciones en nuestro país, que no sólo forman un conjunto propio del mejor museo, sino también precisamente que gracias a ellas habrá ,en el futuro buenos museos del arte de nuestro siglo, porque son los coleccionistas privados la fuente principal de cualquier patrimonio artístico nacional.
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