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La policía francesa ratifica que fue avisada de la "desaparición" de Zabalza

La Guardia Civil alertó el 26 de noviembre de 1985 a la policía francesa de la posibilidad de que Mikei Zabalza hubiera cruzado la frontera tras su supuesta fuga en Endarlaza (Navarra), según la respuesta facilitada por el juzgado de Bayona al juez de San Sebastián Antonio Giménez Pericás, instructor de las diligencias del caso. La alerta a la policía francesa se produjo sobre las diez de la mañana, cuatro horas más tarde de la supuesta fuga de Zabalza, cuyo cadáver fue localizado 20 días más tarde en aguas del río Bidasoa a unos metros del lugar en que se produjo su supuesta fuga.

Fuentes judiciales han indicado que la respuesta de la poli cía francesa habría sido significativa si hubiera permitido descartar que la Guardia Civil alertó a sus colegas del otro lado de la frontera. Una vez cumplimentada esta diligencia cursada por el Juzgado de Instrucción número 1 de San Se bastián a principios de enero el caso Zabalza se encuentra prácticamente ultimado en esta fase previa, a la espera de que el juez decida archivarlo o trasladarlo a la Audiencia Provincial. Esta última decisión implicaría la existencia de indicios racionales de criminalidad en la desaparición y muerte de Mikel Zabalza.El fiscal jefe de la Audiencia donostiarra se pronunció recientemente sobre el caso, pero por el momento se desconoce el contenido de ese informe, solicitado por el juez instructor. En medios judiciales de San Sebastián se indica que la ausencia de testigos no implicados obstaculiza notablemente el intento de la acusación en construir una versión alternativa al relato oficial.

Mikel Zabalza, vecino de San Sebastián y empleado de los autobuses urbanos, fue detenido en su domicilio el 26 de noviembre de 1985 como sospechoso de colaborar con ETA y sometido a la legislación antiterrorista. La Guardia Civil le trasladó inmediatamente al cuartel donostiarra de Intxaurrondo, donde, según el testimonio de su novia, detenida en la misma redada, permaneció con la cabeza encapuchada.

Según la versión oficial, Mikel Zabalza, de 32 años, se fugó de la custodia de sus guardianes a primera hora de la mañana en Endarlaza cuando era conducido a través de un túnel en desuso para que localizara un supuesto depósito de armas de ETA. Su cuerpo fue localizado 20 días más tarde flotando en las aguas del río Bidasoa junto al lugar en que se produjo su supuesta fuga. Tenía las manos esposadas a la espalda, y según sus familiares, Zabalza no sabía prácticamente nadar. En el momento de su pretendida huida, Zabalza era custodiado únicamente por tres agentes, según la versión oficial.

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