La envenenadora de Oliva acuso a su mando de intoxicarse para culparle a ella

María E. T. M., procesada por haber intentado envenenar, supuestamente, a su esposo y a uno de sus hijos en la localidad valenciana de Oliva, acusó ayer a su marido de ser el autor de los hechos, con el propósito de culparle a ella. Durante el careo que el matrimonio mantuvo en el juicio, a petición de la defensa del marido, la encausada acusó a su esposo, Vicente S. C., de haber sido el autor de la muerte de su propio padre, según le hablaconfiado una conocida del pueblo.

La vista se inició ayer por la mañana en la sección tercera de la Audiencia Provincial de Valencia, y se suspendió pasadas las tres de la tarde, para reanudarse a las cinco. La procesada, María E. T. M., según se puso de manifiesto, tiene tres hijos, aunque solamente el segundo es hijo de su marido. Durante los últimos años ha mantenido relaciones extramatrimoniales con otro hombre, llamado Vicente P.

Arsénico

En determinadas fechas de hace unos tres años, el hijo del matrimonio y el marido sintieron unas molestias, de las que fueron atendidos en diversos centros hospitalarios. Tras ser examinados, se les encontró en el cuerpo restos de arsénico.El marido le acuso de haber utilizado para ello unos insecticidas adquiridos en la droguería que tenían almacenados en casa. Sin embargo, en su declaracion de ayer, la mujer argumentó que todo lo había tramado el marido para echarle la culpa y deshacerse de ella. Por su parte, el esposo, de quien esta separada pero no divorciada, mantuvo la acusación, negando muchos extremos de la declaración de su mujer. En cualquier, caso quedé patente que entre ambos no existen buenas relaciones.

A las vista de las numerosas contradicciones, la defensa solicitó un careo en el que se acusaron mutuamente. La mujer llamó "mostruo" al marido y dijo que había dado muerte a su propio padre, según se ha relatado.

Vicente S. C., por su parte, sacó a colación las visitas que una curandera efectuaba con frecuencia a Oliva y un supuesto "rapto de los moros" del que aparentemente fue víctima la esposa. Aludió también a comentarios de personas ajenas que le advirtieron del peligro de envenenamiento, hasta el extremo de hacerle exclamar durante el careo: "¡Ah!, ¿entonces tú estabas también en el ruedo ése, de ese pueblo, que ha salido en los periodicos?".

Vicente S. C. se refería a las noticias publicadas sobre una supuesta organización de mujeres en un pueblo próximo a Valencia que preparaban venganzas contra los esposos infieles.

Impotencia

En este otro caso, hay procesadas al menos dos mujeres, una de Alaquás, y otra de Gandía, en la provincia de Valencia, acusadas de intentar envenenar a sus maridos, uno de ellos jefe de la Policía Municipal.Además otras dos mujeres mantuvieron conversaciones con María B. T., una de las procesadas, acerca de "maniobras para condenar a su marido a la impotencia sexual". Las detenidas suministraron pequeñas dosis de arsénico durante un período dilatado de tiempo para provocar la impotencia sexual de sus maridos de los que tenían celos, aunque, según informó la policía, las mujeres no querían matar a sus esposos. Los análisis de sangre de las víctimas tenían una proporción de arsénico 10 veces superior a la normal.