Economía liquidará las entidades de previsión social que no logren sanearse

El medio millar de mutualidades de previsión social no transferidas a las autonomías, que cuentan con vanos centenares de miles de socios, serán obligadas a sanear su situación financiera o a liquidarse. Un decreto que estudia hoy, la comisión de subsecretarios, como paso previo a su aprobación por el Gobierno, les aplicará el mismo régimen de control que tienen las compañías de seguros. Los mutualistas deberán pagar desde el próximo mes un recargo del 5 por 1.000 en las primas por seguros distintos al de vida.

Ahora que el saneamiento de las compañías de seguros ha entrado en una etapa de reflotar compañías en vez de liquidarlas, la Dirección General de Seguros proyecta centrarse en la depuración de las mutualidades de previsión social. En este sector asegurador habrá una limpieza similar a la registrada durante los cinco últimos años entre las 680 aseguradoras existentes en 1983. De ellas ya han desaparecido unas 240, en 97 casos pasando a la comisión liquidadora de entidades aseguradoras (CLEA) y el resto mediante procesos de fusión, cesión de cartera o liquidación voluntaria.El proyecto de decreto que estudian hoy los subsecretarios y que pasará a un próximo Consejo de Ministros someterá a las mutualidades de previsión social a las normas reguladoras de la CLEA, incluida la posibilidad de que los acreedores de entidades sancionadas con la liquidación vean mejorados sus derechos. Para cubrir los gastos que origine este proceso liquidatorio, el conjunto de los socios de las mutualidades deberá pagar un recargo del 5 por 1.000 sobre las primas de riesgos distintos al de la vida, como ocurre con los clientes de las aseguradoras. Éstos desembolsan al año por dicho concepto unos 4.000 millones de pesetas. La recaudación de las entidades de previsión social rondará en 1987 los 100.000 millones de pesetas, aunque se desconoce qué parte corresponderá a seguros de vida.

Una vez que entre en vigor el decreto, las mutualidades de previsión social que no cumplan las directrices de saneamiento serán enviadas a la CLEA, para que ésta proceda a entregar a cada mutualista lo que le corresponda. El plazo que tenían para adaptarse a las normas sobre el seguro privado venció el pasado mes de agosto y la Dirección General de Seguros se ha mostrado dispuesta a impedir futuras situacíones de crisis.

Terminará así la difícil reconversión de las mutualidades de previsión, entidades complementarias de la Seguridad Social que han dependido durante décadas del Ministerio de Trabajo y que se basaban en el sistema de reparto (los cotizantes cubren los gastos de los pasivos). Al disminuir y envejecer los activos, han atravesado por los mismos problemas que la Seguridad Social, aunque las entidades de previsión social no tienen tras de sí al Estado para cubrir sus déficit.

Planes de viabilidad

En 1984, con la ley de ordenación del Seguro Privado, las entidades de previsión social pasaron a depender del Ministerio de Economía y Hacienda, que las emplazó a, presentar antes de agosto de 1987 planes de viabilidad basados en el sistema de capitalización (las cuotas sirven para acumular un capital que rinda lo suficiente para afrontar las obligaciones futuras con cada mutualista). Esto ha obligado a muchas de ellas a aprobar el aumento de las cuotas o la reducción de las prestaciones prometidas para el- futuro, con el consiguiente problema de que parte de los activos se han dado de baja, lo que ha deteriorado su situación financiera.

De las 444 mutualidades de previsión sobre las que la Administración central no ha transferido competencias a las autonomías -hay otras 591 mutualidades que dependen de los gobiernos de Cataluña, Euskadi, Andalucía, Valencia y Navarra-, en Madrid están establecidas 242, en Burgos 23, en Baleares 20, en La Coruña 18, en Oviedo 14 y en Zaragoza 13, y en las restantes hay menos de 10.

Casi centenar y medio parecen presentar una situación de solvencia financiera. Otras tantas tienen planes de saneamiento y pueden llegar a cubrir los compromisos actuariales. Pero del centenar y medio restante se desconocen las posibilidades de viabilidad, p or lo que forman el grupo de candidatas a la CLEA.

El director general de Seguros, León Benelbas, al confirmar el proyecto de decreto, ha declarado: "Hemos sido hasta ahora muy flexibles. Estamos en proceso de darles tiempo. Pero las que quieran sobrevivir deberán formular planes de viabilidad y cumplirlos".

La confederación de entidades de previsión social, presidP da por Juan Caldés, se ha mostrado de acuerdo en la necesídad de que el movimiento mutualista cuente con bases sólidas, y para ello colabora con la Administración. Ambos han organizado para mediados de abril unas jornadas con el fin de explicar el proceso de saneamiento a los mutualistas.