La Asamblea china confirma el rejuvenecimiento de la clase dirigente

ENVIADO ESPECIAL Las reuniones de la VII Asamblea Popular Nacional china (APN), que se celebran en Pekín, además de confirmar los programas de reformas y apertura económica han significado el rejuvenecimiento de la clase política, cuyo promedio de edad pasará de los 77 años a los 62 en la composición final de esta Cámara legislativa.

En la jornada de ayer, la APN escuchó la presentación de los informes sobre el nuevo programa económico quinquenal y de presupuestos. Se concretaron con cifras las líneas generales que fueron presentadas en la apertura, el viernes, de la reunión por el primer ministro en funciones, Li Peng. "Antes, para ser dirigente en China había que ser competente y miembro del partido", comentó un periodista chino. 'Ahora", añadió, "hay que ser competente y joven". Tal es la doctrina que parece imperar en las actuales circunstancias.

Saldrá la mayoría de hombres de la vieja guardia de la época de Mao Zedong para dejar paso a jóvenes pragmáticos dispuestos a anteponer el desarrollo económico a las consideraciones ideológicas, de acuerdo con las líneas trazadas por los dos nuevos hombres fuertes, Zhao Ziyang, secretario general del Partido Comunista Chino (PCCh), y Li Peng, primer ministro, cuyo cargo será confirmado en la presente reunión de la Asamblea.

Un diputado de 20 años

Entre los 2.970 miembros de la APN, la gama de edades va desde el veterang presidente de la Cámara, Peng Zhen, de 85 años, o el padre de la apertura china, Deng Xiaoping, de 83, hasta el más joven de los nuevos diputados, Zhang Maozhong, que tiene sólo 20 años, un soldado considerado como un héroe de guerra por su actuación en los frecuentes combates fronterizos con Vietnam. Tan sólo 863 han sido reelegidos, y destaca el hecho de que el 76% tiene edades comprendidas entre los 20 y los 60 años.Por otra parte, varios de los hombres que pasarán a ocupar nuevos cargos en el Gobierno chino -en una reforma administrativa que fusionará o creará nuevos ministerios y agencias en pro de una mayor eficacia- oscilan en una media de edad de entre 50 y 60 años, incluido el primer ministro, Li Peng, de 60, en un país donde los veteranos dirigentes superan o rozan los 80 años.

Tan sólo el general Yang Shangkurn, de 81 años, pasará a ocupar el puesto de presidente de la República, cargo considerado un tanto protocolario. Es uno de los amigos de confianza de Deng Xiaoping, y su nombramiento parece destinado a dar satisfacción también al potente estamento militar chino.

Tanto en los nuevos cargos ministeriales como en la gestión de la APN, China vive un relativo rejuvenecimiento de sus políticos en la línea marcada ya durante el último congreso general del Partido Comunista Chino (PCCh), celebrado en otoño de 1987.