"Mi esposo no es el culpable"

LL. V. Maria Ángeles Pastor, la viuda de Francisco Cervilla Moreno, el conductor del autobús que fue embestido por el tren rápido de Renfe cerca de Juneda no lloró cuando declaró de una forma tajante y con una voz seca que "mi esposo no es el culpable". La viuda del chófer del autobús salía al paso con firmeza de las acusaciones que ya señalan a su marido como causante del siniestro.

Según su viuda, Francisco Cervilla llevaba conduciendo desde los 20 años y lo ocurrido el viernes "fue su primer y último accidente". Cervilla y su esposa regentaban, además de la empresa Autocares Cervilla la bodega Oliver, situada en la calle de Anastasi Pinós, conocida en el barrio leridano de las Perdinyes por sus pollos asados.

Francisco Cervilla, del que se dice no respetó el stop en el cruce de la muerte, tenía fama de conductor prudente y, según un vecino, "sus clientes, equipos de fútbol, escuelas y excursionistas que visitaban Andorra, siempre le tenían que pedir que se diera más prisa". Cervilla, que no ha dejado hijos, poseía sólo dos autocares. Uno era el Ebro en el que pereció, junto a otras 14 personas, y el otro, un Pegaso de dos años. Ayer se confirmó que Francisco Cervilla tenía en regla sus vehículos y que había pasado las inspecciones técnicas unas semanas atrás. El dato de que no poseía permiso para trasladar escolares se confirmó ayer. Ayer también hubo nuevas versiones sobre el comportamiento de Juan Pujol, el maquinista del tren de Renfe que embistió al autobús. En un principio se dijo que el maquinista frenó, pero ya hay versiones que explican lo contrario. El caso está en el juzgado de instrucción número 2 de Lérida. La Justicia deberá ser, apoyándose en los informes técnicos, quien determine el nombre del culpable involuntario de la tragedia.