La dirección del PSOE vigilará las relaciones entre el partido en Andalucía y la Junta
La dirección general del PSOE atenderá muy de cerca las relaciones que mantengan la ejecutiva socialista en Andalucía con los miembros del Gobierno de esa comunidad, presidido por José Rodríguez de la Borbolla, que hoy será sustituido de la secretaría general por Carlos Sanjuán, que obtendrá prácticamente el ciento por ciento de los votos de los delegados. Tanto el secretario general saliente como su sucesor han manifestado su voluntad de trabajar conjuntamente, una vez que el quinto congreso de los socialistas andaluces, que se clausura hoy, ha zanjado formalmente la crisis del socialismo en esta comunidad.
El secretario de Organización del PSOE, Txiki Benegas, aseguró ayer que el partido no tiene "un modelo rígido" por lo que la separación de poderes que hoy se materializa en Andalucía no tiene por qué exportarse a otras comunidades como Madrid o Valencia, donde las presidencias de gobierno coinciden con la dirección del partido.Las buenas formas y el tono conciliador se mantuvieron en la segunda jornada del congreso de los socialistas andaluces tanto por José Rodríguez de la Borbolla como por su sucesor, Carlos Sanjuan.
Ambos políticos aseguraron que la prioridad absoluta de los socialistas en Andalucía es gobernar con eficacia. El secretario general saliente aseguró no tener "datos para pensar que la ejecutiva del partido fuera a ser crítica con su Gobierno". "Tengo la seguridad de que la dirección del partido apoyará la institución", dijo.
De otro lado, Carlos Sanjuan señaló a este periódico que el partido iba a funcionar "en completa simbiosis con el Gobierno regional porque tenemos todos la misma obligación y el mismo objetivo, que es servir a Andalucía".
Siempre en tono moderado, Carlos Sanjuan dio una suave explicación de por qué la mayoría de la organización había optado por el recambio al frente de la secretaría general. "La gente del partido ha sentido durante este tiempo que la organización había desaparecido y eso es lo que queremos recuperar: la presencia n la vida social".
De las críticas respecto a la subordinación o desaparición del partido en favor de la Junta -o "el omnímodo poder de Pepote", según crítico a Borboya- el ex secreario general se defendió con el reconocimiento de que había existido un exceso de "institucionalización" del PSOE aunque extendió la responsabilidad de tal estado de cosas a toda la organización.
Rodríguez de la Borbolla no quiso contestar a los informadores sobre otras acusaciones que se le han vertido, como tampoco lo hizo en el debate celebrado el día anterior a puerta cerrada sobre su informe de gestión. "Yo respondo sobre puntos concretos, pero no sobre impresiones o generalidades". Estas "impresiones" que se han utilizado en su contra tienen que ver con una presunta práctica de "amiguismo" en su gestión.
Los dirigentes consultados no obviaron otra cuestión de fondo y a más largo plazo, cual es la candidatura a la presidencia de la Junta de Andalucía en las elecciones de 1990.
Actualmente, salvo sus incondicionales, son muy pocos los que creen que Rodríguez de la Borbolla será el candidato como también se muestran convencidos de que éste se esforzará con denuedo para realizar una buena gestión en el tiempo que resta de legislatura. Según este razonamiento, que presuponen a Rodríguez de la Borbolla, si la gestión es buena y personalmente logra un grado importante de aceptación para los ciudadanos, será muy dificil explicar a la opinión pública que el candidato sea otro.
A este respecto, Rodríguez de la Borbolla declaraba: "Para el noventa queda mucho tiempo y uno no tiene vocación de ser cartel electoral toda la vida". Igualmente el secretario de organización federal, Txiki Benegas, aseguró a este periódico que "para las candidaturas próximas no hay nada decidido ni para Andalucía ni para cualquier otra comunidad".
Coste político
La preocupación fundamental de la organización en estos momentos, es el coste político que pueda tener como resultado la larga crisis saldada en este congreso con claros triunfadores y un rotundo perdedor. Rodríguez de la Borbolla considera que son los que han procurado estos hechos a quienes corresponde considerar el posible coste político. Aun así, éste quiere ver la parte favorable de su salida de la secretaría general como es la de tener "más margen de maniobra" al frente del Gobierno regional tanto en lo relativo a política interna (relación con ayuntamientos y diputaciones) como en sus relaciones con, el Gobierno de la nación.Miembros de la ejecutiva general muestran su convencimiento de que la disposición de Carlos Sanjuan y de Rodríguez de la Borbolla es de colaboración, aunque mantienen la preocupación ante la posibilidad de futuros enfrentamientos, por lo que la dirección federal "seguirá muy de cerca" lo que ocurra en Andalucía.
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