Alto el fuego de 60 días el Nicaragua para firmar la paz
Representantes del Gobierno sandinista y de la contra, enfrentados en una guerra fratricida que dura siete años y se ha cobrado la vida de 50.000 nicaragüenses, firmaron en la madrugada de ayer un acuerdo que declara el alto el fuego durante 60 días, en el transcurso de los cuales se negociará la paz definitiva entre los dos bandos. Frente a las generalizadas reacciones de satisfacción de los observadores, la Casa Blanca mostró su escepticismo y poco entusiasmo por el acuerso Sapoá.
El acuerdo establece entre otras cosas, el cese de "operaciones militares ofensivas" por espacio de 60 días a partir del próximo 1 de abril y el mantenimiento inmediato de nuevas conversaciones al más alto nivel para materializar un alto el fuego definitivo -la próxima reunión se celebrará en Managua el 6 de abril-, así como aspectos relativos a una amnistía general, que alcanzará a miembros del Ejército de la dictadura de Somoza. El primer fruto concreto de Sapoá será la excarcelación, el 3 de abril, domingo de Resurrección, de un centenar de presos políticos."Estamos decididos a enterrar el hacha de la guerra y levantar el olivo de la paz", dijo Daniel Ortega en la ceremonia de clausura. El presidente sandinista acudió a presenciar como testigo el histórico acuerdo, firmado por su hermano, el ministro de Defensa, Humberto Ortega. "Es momento de que Estados Unidos respalde este esfuerzo. El primerpaso lo hemos dado nosotros. El segundo lo debemos dar los dos Gobiernos para normalizar relaciones. Invito al presidente Reagan a que suscriba con su apoyo este esfuerzo de paz", añadió Daniel Ortega. El dirigente de la contra Adolfo Calero afirmó que se trataba de un "acuerdo sincero que puede y debe ser cumplido. Es una muy seria obligación la que hemos contraído. Tengo la seguridad de que ambas partes la cumpliremos".
El acuerdo entre las dos partes fue acogido con escepticismo y sin ningún entusiasmo por la Casa Blanca, ya que puede suponer el final de la política de Reagan de acabar por la fuerza con el régimen de Managua antes de abandonar la presidencia. El secretario de Estado, George Shultz, lo calíficó de "importante paso", y añadió.que ahora "la URSS, Cuba y el bloque del Este no tienen excusa para seguir armando a los sandinistas".
En Madrid, el presidente del Gobierno, Felipe González -que hoy emprende un viaje a Costa Rica para tratar de cerca el conflicto centroamericano-, mostró su satisfacción por el acuerdo de Sapoá y reiteré la disposición española para intervenir en la verificación de los acuerdos de Esquípulas. El secretario general de las Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuéllar, lo calificó de "muy importante para la paz".
Página 2 a 4 / Editorial en la página 10
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.