Un agente de los GAL dice que dos "etarras" murieron al obligarles a ingerir drogas

Los refugiados supuestamente vinculados a ETAm José Ignacio Lasa y José Antonio Zabala, que desaparecieron el 13 de octubre de 1983 en Bayona (Francia), fallecieron varias semanas más tarde en Hondarribia (Guipúzcoa) consecuencia de las elevadas dosis de anfetamina líquida y en total que les suministraron sus secuestradores, según manifestó ayer ante un juez de San Sebastián el activista de los GAL Daniel Fernández Aceña. De cuerdo con el testimonio de este miembro de los GAL, que cumple condena por asesinato en la prisión de Valladolid, los cadáveres de los supuestos activistas de ETA Militar desaparecidos están enterrados en el coll de Ibardin, en el límite fronterizo de España con Francia.Fernández Aceña, condenado 29 años de prisión por el asesiato, el 1 de marzo de 1984 en Hendaya, del súbdito francés Jean-Pierre Leiba, dijo ignorar el lugar exacto en el que se encuentran los cuerpos de Lasa y Zabala, y se limitó a confirmar la participación en el secuestro del ex legionario Pedro Sánchez, ya fallecido. El preso de los GAL natural de Irún y, al igual que su víctima, Jean-Pierre Leiba,- antiguo trabajador en Hendaya el ferrocarril francés- declaró ante el juez que los activistas que custodiaron a Lasa y Zabala no pretendían asesinarlos, sino exclusivamente interrogarlos sobre los movimientos de los refugiados de ETA Militar en el sur de Francia. "Se les fueron de las manos", dijo, "cuando ya habían comprobado que ninguno de ellos desempeñaba un papel importante en ETA".

Según sus informaciones, Lasa y Zabala permanecieron las tres semanas secuestrados en una vivienda de Hondarribia bajo los efectos de la mezcla, en elevadas dosis, de anfetamina líquida y pentotal. Daniel Fernández Aceña ratificó parcialmente las informaciones, facilitadas al semanario Interviú por un ex miembro de los GAL, según las cuales Lasa y Zabaza fueron trasladados a Hondarribia en una embarcación prestada para el caso por un colaborador de los GAL que decía llamarse Carlos.

Siguiendo Instrucciones

En esas informaciones se indicaba que el secuestro fue realizado por Mohand Talbi, actualmente preso en Francia por su participación en el secuestro de Según Marey, y por Pedro Sánchez, que falleció en circunstancias no suficientemente aclaradas cuando cumplía condena en Francia. De acuerdo con ese relato, el secuestro fue llevado a cabo siguiendo las instrucciones de un policía español al que se identifica como José Amedo.

En sus declaraciones al juez Antonio Giménez Pericás, titular del Juzgado de Instrucción número 1 de San Sebastián, Daniel Fernández Aceña se limitó a indicar que en el secuestro participaron tres personas -Pedro Sáchez entre ellas- y que Lasa y Zabala permanecieron varios días en suelo francés antes de que la presión policial francesa obligara a sus guardianes a trasladarlos a Hondarribia.