Un coronel, acusado de una estafa de 400 millones

José Lage Piñeiro, de 70 años, coronel del Ejército de Tierra; su hijo José Carlos, de 30, y Emilio Fernández Rodríguez, de 37, ingresaron el martes en la prisión de Carabanchel acusados de realizar una estafa de 400 millones de pesetas. Los detenidos prometían a proveedores de alimentación que se les concedería la exclusiva para economatos militares y revendían a bajo precio sus entregas iniciales. Entre las empresas estafadas se encuentran Nestlé y JB que perdieron 61 y 30 millones de pesetas, respectivamente.

Los fraudes se iniciaron el pasado mes de noviembre. Los detenidos adquirían, sin pago, todo tipo de productos alimenticios, que luego revendían a bajo precio en supermercados y otros establecimientos. Este procedimiento de estafa se denomina el nazareno. Los supuestos estafadores aseguraban a las empresas que los productos iban destinados a cuarteles y otras instalaciones militares y que se les concedería posteriormente la exclusiva para el Ejército.Les proveedores suministraron los productos a Comercial Lago, sin que la empresa presentara avales. Los afectados aseguran que les bastaba como garantía que el presidente de la empresa fuera un coronel. El jefe de ventas de la empresa llegó a decir en más de una ocasión a los proveedores que si tenían problemas para realizar el transporte les mandaban "camiones militares a recoger la mercancía".

La estafa se descubrió al advertir inspectores especializados en delitos económicos, en el curso de una inspección de oficio, que se comercializaban bebidas y comestibles a un precio más bajo que el de su coste de fabricación.

El pago de Comercial Lago a los proveedores se debía realizar mediante letras aplazadas a 30, 60 y 90 días. Pese a que las primeras letras no se habían pagado, ninguna empresa presentó denuncias contra los compradores.

Comercial Lago efectuó compras por valor de 400 millones de pesetas, de las que únicamente se pagó un 1%, según la policía. Como centro de distribución disponían de varias naves alquiladas en el polígono de Los Ángeles, en Getafe y en Fuencarral. En estas instalaciones, funcionarios del grupo de estafas de la Brigada de Policía Judicial requisaron productos evaluados en unos 50 millones de pesetas. Los acusados daban salida al género a través de supermecados y minoristas de Madrid, Cataluña y Levante. Algunos de los establecimientos que han comercializado estos productos pueden ser acusados de receptación (comercialización de productos a sabiendas de que son robados), puesto que compraron los productos a precios muy bajos.

Entre las 30 empresas afectadas se encuentran la fábrica de quesos manchegos García Baquero, que perdió cerca de 15 millones de pesetas, y Corcesa, una industria del ramo de la carne, estafada en más de 30 millones.

El coronel está jubilado y ha trabajado en tareas relacionadas con la intendencia y los transportes militares. Ha estado destinado en África y en las ciudades de Zaragoza y Jaca.

En poder de los detenidos no se han encontrado cantidades de dinero importantes. Al parecer, habían comprado, también por el sistema de pago de letras aplazadas, varios automóviles, pero la policía desconoce dónde se esconde la mayor parte del botín.