Mimética, absurda
e incongruente son los apelativos más suaves para ratificar estupideces de este orden.Con los problemas que tiene el pueblo soberano a las costillas, los rectores del mismo se ponen a jugar al ajedrez con esta majadería de ley, copiando los estilos de la metrópoli.
Las leyes de esta naturaleza que tan brillantemente copiamos de fuera -y como siempre copiamos lo malo- es mero asunto de mercadotecnia. El nivel de vida de los gringos les permite pasar de la nico a la coca. ¿Pero cómo un habitual fumador de Ducados puede elevar su nivel de drogadicción esnifando coca...? Con las soldadas de político o especulador del suelo es un lujo permisible. Pero con los 30 talegos de un pensionista no es posible elevar este nivel de vida.
¿De qué le sirve a Juan Español abandonar la nicotina si nada más salir a la calle tiene que respirar las verdaderas sustancias cancerígenas que a toneladas expelen los automóviles blindados de nuestros distinguidos gobernantes y los del resto de la gleba?
¿Por qué no copian al Parlamento catalán una ley para la protección de los animales?
¿Por qué no hacen leyes para impulsar el desarrollo científico y técnico que nos permita sustituir el motor de combustión interna y nos libre de colonialismo de las energías fósiles?
¿Por qué no se civiliza, en suma, nuestra clase política y gobernante, que no da la talla que exige el mundo de hoy, en lugar de estar permanentemente a la greña?
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