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El pánico ocasionó un centenar de muertos durante un partido de fútbol en Katmandú

REUTER, Entre 80 y 100 personas, según las primeras estimaciones, han fallecido y más de 300 sufren heridas de diversa consideración a consecuencia de los incidentes registrados en un estadio de fútbol en Katmandú, cuando una violenta tormenta de granizo provocó el pánico de gran parte de los 20.000 espectadores que asistieron a un partido, muchos de los cuales se encontraron en su huida con las puertas del recinto cerradas y custodiadas por números de la policía, que se negaron a abrirlas sin orden de sus superiores. Este hecho provocó distintas versiones sobre el incidente.

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Se celebraba la final. de un torneo futbolístico que suele congregar a los mejores equipos de Nepal y de las localidades cercanas. Los dos equipos finalistas eran el Janakpur Cigarrete Factory, del sur del Nepal, y el Mukti Joddha Sangsad, de Bangladesh, y se habían congregado cerca de 20.000 personas en el estadio nacional.Durante el partido, y de improviso, estalló una fuerte tormenta de granizo, acompañada de un gran aparato de luz, que provocó que cientos de espectadores buscaran refugio. En su huída se encontraron con las puertas de acceso cerradas y custodiadas por números de la policía, según la mayoría de las versiones, lo que agravó las escenas de pánico general y resultó ser el origen de uno de los más serios incidentes acaecidos en un estadio de fútbol.

Polémica

Precisamente este hecho se ha convertido en el centro de a polémica que va a rodear esta catástrofe. Según algunos testigos, la policía se negó a abrir las puertas mientras el partido no concluyera o no recibieran la orden de sus superiores. La policía, en un comunicado oficial, dio otra versión del asunto: "Todas las puertas estaban cerradas y las llaves estaban en manos de los dirigentes del estadio", manifestó un portavoz de la policía, que añadió: "¡Nosotros rompimos una de las puertas y ayudamos a la gente a abandonar el estadio!". Sin embargo, cientos de personas congregadas en las inmediaciones de los hospitales adoptaron un tono hostil cuando se produjo la visita del primer ministro, Marich Man Singh Shreshtha, y doce miembros más de su gabinete. "¡Muerte a la policía!", gritó la multitud.

Asimismo, miembros disidentes del Parlamento se concentraron ante las puertas de la sede del Gobierno. "Ésta es una prueba de la incapacidad de este Gobierno para dar seguridad a su pueblo", manifestaba Birendra Pokharal, miembro de la Asamblea Nacional. Él y su colega Padma Ratna Tuladhar solicitaron la dimisión del Gobierno en un país, como Nepal, en el que no están permitidos los partidos políticos.

Horas después de la catástrofe, calificada como la más grave sucedida en el pequeño reino de Katmandú, aún no se había podido realizar un recuento exacto del número de fallecidos y heridos. Según los doctores de los tres principales hospitales, la mayoría de víctimas lo fueron por asfixia.

No hay cifras

Pero la confusión persistía, con los hospitales repletos de personas preguntando por algún familiar. "Nadie puede dar un dato exacto", dijo un doctor, "pero los heridos pueden pasar de 700". "La cuenta de fallecidos podrá alcanzar los 150 para mañana", predijo otro doctor. "Morirán a causa de la carencia de medicinas, oxígeno, enfermeras y médicos", añadió. Katmandú es una pequeña ciudad de medio millón de habitantes, rodeada de palacios y templos, de las grandes cimas del Himalaya, y que estuvo cerrada al mundo hasta 1951 y aún es considerada como una de las menos desarrolladas del mundo.

La tragedia se produjo 24 horas después de otro accidente en un estadio de fútbol, concretamente en Libia, cuando se derrumbó una tribuna durante la celebración de un partido entre Libia y Malta. Varios periódicos malteses informaron el viernes que la cifra de muertos era de 30.

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