Un viaje de vacaciones estrictamente privado sustituirá al previsto recorrido de González por Centroamérica
El presidente del Gobierno, Felipe González, tiene "prácticamente decidido" viajar a Costa Rica en las próximas vacaciones de Semana Santa, según dijeron medios diplomáticos, que reconocieron que este viaje, que tendría carácter "familiar y estrictamente privado", sustituiría a otros desplazamientos más formales a la zona previstos inicialmente. Mediante la fórmula de aceptar la invitación del presidente costarricense, Óscar Arias, para visitar aquel país, González trataría de dar cumplimiento, "`aunque sólo sea en parte", a sus compromisos de viajar pronto a la región, reconocieron los medios consultados.
González planea desplazarse a finales de mes a Costa Rica en compañía de su familia, y será huésped de Arias, último premio Nobel de la Paz por su contribución a la pacificación de Centroamérica. Se descarta la posibilidad de que el presidente del Gobierno español se desplace a otros países vecinos como se había estudiado en un principio, y también parece "altamente improbable" que mantenga contactos políticos, si se exceptúan sus encuentros informales con su colega costarricense. Así, el viaje a Costa Rica, si finalmente se realiza, se califica en medios gubernamentales como "de presencia", resaltando que "ya es importante el mero estar allí, aunque sea sin ningún tipo de actividad formal".Las fuentes de la Moncloa consultadas por este periódico señalaron que aún no puede siquiera confirmarse oficialmente la celebración de este viaje, que, dijeron, "todavía no está del todo cerrado". Medios diplomáticos españoles subrayaron la "complejidad" que en estos momentos representa cualquier desplazamiento, aunque sea privado, del presidente del Gobierno español a un país de la zona, dada la influencia de España en la misma.
De manera especial, la petición formal hecha por el presidente nicaragüense, Daniel Ortega, para que Madrid se convierta en verificador del cumplimiento de los acuerdos de Esquipulas ha contribuido a atraer la máxima atención sobre el papel que pueda representar nuestro país: los viajes de autoridades centroamericanas a Madrid son constantes -el domingo llega el vicepresidente de Guatemala, Roberto Carpio-, lo mismo que las invitaciones para que los españoles visiten la zona -el secretario de Estado de Cooperación Internacional, Luis Yáilez, se encuentra aún en Guatemala, estudiando la posible instalación allí de una emisora de televisión pública-.
Las propias expectativas despertadas por la aceptación española a la invitación nicaragüense aumentan el carácter delicado de un viaje de González a la zona. Managua no ha dejado de repetir la "conveniencia" de que el presidente español visite Nicaragua; pero los enviados especiales de la Moncloa -el asesor Juan Antonio Yáñez y el director general de Iberoamérica, Yago Pico de Coaña-, tras entrevistarse hace tres semanas con los jefes de Estado de los cinco países centroamericanos, se mostraron cautamente pesimistas sobre las posibilidades mediadoras españolas.
Reticencias de EE UU
Este pesimismo, derivado en parte de las reticencias de Estados Unidos a cualquier intervención de nuestro país, desaconseja "por principio" una gira centroamericana, que llegó a ser barajada con insistencia por la Moncloa, donde, desde el pasado mes de noviembre, se busca una fórmula que permita "compaginar la prudencia diplomática" con los compromisos de presencia de González en la zona. Yáñez y Pico de Coaña se encuentran actualmente en Estados Unidos, de donde regresarán mañana, sondeando las reacciones en las Naciones Unidas, en la Organización de Estados Americanos y en el propio Departamento de Estado ante el papel que España pretende jugar en la zona.
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