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OFENSIVA CONTRA EL TABACO EN ESPAÑA

Tabacalera espera aumentar sus beneficios en un 40%

La industria tabaquera acepta bien el decreto para la limitación del consumo de tabaco que aprobará mañana el Consejo de Ministros. A pesar de la norma elaborada por el Gobierno, Tabacalera, SA, que es una empresa pública, espera volver a incrementar este año sus beneficios en más de un 40%, de forma que pasen en dos ejercicios de 5.800 a 12.000 millones de pesetas. Los industriales en general consideran que han logrado "mejorar el decreto" y evitar que fuera excesivamente duro para ellos.

Los medios consultados atribuyen más importancia al acuerdo de autolimitación de la publicidad adoptado por los propios industriales tabaqueros que al decreto que aprueba hoy el Gobierno. Los tabaqueros pretenden congelar las inversiones publicitarias en unos 10.000 millones de pesetas anuales y excluir a la televisión, que se llebava cerca del 40%. Pero la industria tabaquera trabaja con la idea de que este año el consumo volverá a crecer en unos 100 millones de cajetillas, hasta superar los 4.000 millones.Tabacalera, la empresa de mayoría pública que distribuye entre los más de 16.000 estancos el tabaco que fuman once millones de españoles, superará este año el medio billón de pesetas de ventas y espera ganar más de 12.000 millones de pesetas, frente a los 8.500 de 1987 y los 5.800 de 1986. El Estado obtiene además cada año un cuarto de billón de pesetas en concepto de impuestos por tabaco, dividendos de Tabacalera, ingresos por timbre, etcétera.

Efectos económicos

El presidente de Tabacalera, Cándido Velazquez, declaró ayer: "Lo único que puede repercutir claramente del decreto en nuestras cuentas de resultados es si cambian las leyendas de los paquetes. Ahora sólo hay una, y del decreto se desprende que pueden poner varias. Eso supondría cambiar el envase y afectaría a la organización industrial".

"Los industriales", añade el presidente, "hemos podido hacer sugerencias para los borradores del decreto. Logramos mejorar el texto y evitar que fuera excesivamente duro. Pero todavía hay térnuinos que no aceptamos, como el artículo primero, donde se afirma que el consumo de tabaco es nocivo. El texto es sobre todo una recopilación de normas en vigor. Creo que la industria lo acepta bien. El hecho de prohibiir fumar en centros hospitalarios o autobuses está asumido y no tiene trascendencia. Claro que las sanciones nos parecen excesivas, y aquí no atendieron nuestras sugerencias".

"La única disuasión que la gente entiende", señala Cándido Velazquez, insatisfecho por la reciente subida del 3% que aprobó el Gobierno para el tabaco en 1988, "es el precio. El consumo no bajará hasta que los precios sean disuasorios. El decreto es consecuencia de la oleada contra el tabaco. España se situará a un nivel medio europeo respecto a controles. Nos adelantaremos en regular los contenidos de nicotinma y alquitran. Deberíamos haber esperado a que salga la directriva comunitaria".

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