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Ferran Ventura

La pasión por las esculturas gigantes

A Ferran Ventura, catalán de 60 años, le gusta decir que es el único artista español que actualmente se atreve a acometer obras escultóricas de grandes dimensiones por el procedimiento de la talla directa. Algunos de sus trabajos han sido realizados con bloques que superan las 30 toneladas. Viajero desde muy corta edad, ha residido en varios países europeos y americanos. Aunque ahora vive en Barcelona, la casi totalidad de los trabajos que realiza son para una galería de Nueva York.

Ventura se define como un discípulo de los griegos y de Miguel Ángel. "La mayoría de escultores actuales se preocupa de forma exclusiva por la originalidad. Las obras no requieren ni un esfuerzo intelectual ni físico", dice. "A mi juicio, hay que retomar la escultura en el punto en que la dejaron maestros como Casanovas, Rebull y Hugué. De algún modo, sí que me considero el único artista empeñado en revitalizar esta técnica".Ferran Ventura nació en La Garriga, en Barcelona, de donde salió cuando contaba 14 años de edad para asistir a las clases de arte de la localidad catalana de Sabadell. "Desde muy pequeño me vi obligado a trabajar como ebanista, aunque siempre tuve claro que la escultura era mi única ambición". Ventura decidió irse de su tierra natal en 1952. Ese mismo año consiguió una beca del Instituto Francés para realizar estudios en París.

De París viajó a Estocolmo donde permaneció varios años. "Pero, a medida que pasa el tiempo, lo que desea uno es volver a su tierra con sus amigos. Por esa única razón regresé porque, además, sabía que aquí ya se habían olvidado de mí", reconoce.

En 1980 recibió el encargo de esculpir el monumento a los inmolados por la Libertad, que se encuentra en el Parlamento de Cataluña. El artista tardó dos años en iniciar,la obra y otros tres en realizarla por el procedimiento de la talla directa. Ventura utiliza también el sistema, de puntos, es decir, el de esculpir una obra a raíz de una escayola de yeso, que es el que emplea la mayoría de los escultores actuales. "Sin embargo, ninguno de mis trabajos lo termino en me nos de un año. En las grandes piezas sólo puedo trabajar du rante cinco horas diarias, por que termino muy cansado", dice. Uno de los inconvenientes de este sistema, a juicio del es cultor, es el espacio que se pre cisa para instalar el bloque "Por eso tengo mi estudio en un pequeño pueblo catalán, porque en Barcelona sería imposible". Otro, el incesante ruido al que está expuesto. "Ahora llevo protectores auriculares, porque es cierto que se pierde audición".

Ventura continúa trabajando para una galería de Nueva York. "El motivo no es sólo el económico, porque állí pagan el triple que aquí, sino porque me encargan muchas piezas, cosa que a veces, en España, no sucede", explica. Se lamenta de la "inexistencia de un mercado nacional de escultura. "Aquí hay muy pocos marchantes y salas dedicadas en exclusiva a este arte. En Londres o Nueva York, este mercado mueve billones de pesetas al año".

Sobre los temas de sus obras, el escultor dice que sólo tiene una regla: no esculpir figuras femeninas.

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