Acecor renegocia su deuda con las aseguradoras internacionales
Aceros Corrugados, SA (Acecor), la filial de Esteban Orbegozo abocada al cierre dentro de la política de reducción de capacidades contemplada en el plan de reconversión del sector, ha pactado las condiciones de renegociación de su deuda con la Compagnie Française des Assurances (Cofas) y la aseguradora británica ECCD, tenedoras de parte del riesgo de su deuda suspensa.El pacto, alcanzado hace unos días en París, supone la adhesión del 10% de la deuda de la siderurgia. Con ello Esteban Orbegozo ha conseguido el acuerdo con sus acreedores por un total de alrededor de 2.800 millones de pesetas, una, cifra aún insuficiente para solicitar el levantamiento de su situación de suspensión de pagos, en paralelo al alcanzado a mediados de mes sobre EOSA.
Junto a Cofas y ECCD, los acreedores que hasta la fecha han dado su sí al plan propuesto por Acecor son básicamente los bancos de Bilbao y Central y las cajas de ahorro vascas. La aseguradora Crédito y Caución, SA, y los proveedores bitánicos Cooper Metal y George Cohen & Sons, tenedores de compromisos menores, han accedido igualmente al menú propuesto por Orbegozo. Entre las instituciones que se han resistido a aceptar el plan figuran fundamentalmente las restantes entidades bancarias españolas.
Adhesión insuficiente
El levantamiento de la situación de suspensión de pagos de la sociedad requiere por la adhesión, en el plazo de cuatro meses, del 75% de la deuda suspensa, porcentaje aún lejano sí se suman los síes obtenidos por Esteban Orbegozo: 2.800 sobre algo más de 7.000 millones de pesetas. Una vez transcurrido el plazo, el listón se rebaja al 66% de la deuda. En este sentido, la situación de Acecor es similar a la de Sidegasa, la siderúrgica gallega abocada también al cierre.Paralelamente, los responsables del grupo vasco han iniciado las negociaciones para llevar adelante el plan laboral del grupo, que contempla un excedente de 410 de los 1.200 empleados del conjunto de sus factorías. Esta operación podría llevarse a cabo en el marco de una solución colectiva que barajan en la actualidad distintas sociedades del sector para hacer posible la recolocación de los excedentes estructurales de diferentes plantas. La propuesta de la empresa se centra en el ofrecimiento de dos millones de pesetas a los excedentes mayores de 55 años y cinco millones a cada uno de los menores.
El plan de reflotamiento de la industria guipuzcoana pasa además, a medio plazo, por la entrada en su accionariado de un grupo multinacional que, a cambio de una empresa saneada con una cuota de mercado español, garantice su solvencia financiera y su integración en una estructura productiva multinacional.
