La unión soviética, a la cabeza

La lucha por la supremacía mundial en los deportes de invierno es un asunto particular entre la URS S y la RDA. La primera ha encabezado siempre la clasificación de medallas. En los pasados Juegos de Sarajevo, los soviéticos lograron una medalla más que los alemanes orientales, pero éstos se impusieron en nueve finales por seis de sus rivales.La URSS, gracias a sus espectaculares triunfos iniciales en el esquí de fondo, que incluso despertaron una fuerte polémica por las acusaciones a sus atletas de doping de sangre, ha mejorado en Calgary de forma sensible su actuación de hace cuatro años. Los soviéticos, que domirían ya en la clasificación total de los Juegos Olímpicos (aunque no participara desde su primera edición de Chamonix, en 1924) se han visto acosados en los últimos años por la irresistible ascensión de los alemanes orientales, que no podían dejar de brillar en los juegos invernales como lo hace en casi todos los deportes.

En la final de los 50 kilómetros de esquí de fondo, el sueco Gunde Svan, gran figura en los últimos tiempos, se tomó una gran revancha de sus derrotas en las pruebas más cortas y ganó con una gran autoridad. Los soviéticos fracasaron esta vez. Los españoles quedaron peor que nunca: Jorge Ribó el 53-2 y Josep Giró el 589 de 61 clasificados.

En el bobs a cuatro, el brillante equipo de la RDA, encabezado por Wolfgang Hope, la máxima figura del bob en los últimos años, se colocó en cabeza tras las dos primeras mangas de ayer, por delante del sorprendente cuarteto soviético, pilotado por Ivan Kipurs, vencedor ya en la modalidad a dos. La potencia y experiencia alemana se impuso en los primeros descensos oficiales, pues en los entrenamientos los soviéticos volvieron a sorprender no sólo con su gran preparación física en las salidas, clave para lanzar empujando el bob, sino, sobre todo, por el modelo presentado, aerodinámico y futurista. De todas formas, las 53 centésimas que separan a soviéticos y alemanes a falta de dos mangas aún no son decisivas. Es la única posibilidad soviética de título ya en la recta final.