Todos a partir un piñón

La primera cumbre de la historia de los seis países balcánicos comenzó ayer con novedades espectaculares.Albania anunció oficialmente su propósito de poner fin a su aislamiento voluntario. Sofía y Ankara, enfrentados desde hace años por el trato a la minoría turca en Bulgaria, firmaron un protocolo que establece contactos regulares. Yugoslavia y Albania mantuvieron contactos bilaterales "muy positivos", según fuentes yugoslavas. Grecia propuso institucionalizar el diálogo balcánico.

La imagen del ministro de Asuntos Exteriores yugoslavo, Budomir Loncar, felicitando a sus colegas de Albania, Reis Malile, y de Bulgaria, Petar Mladenor, tras sus discursos pareció el símbolo de la "nueva mentalidad política", que evocó el búlgaro y que según dijo tiene origen en la .nueva calidad de las relaciones internacionales" lograda por el nuevo diálogo entre Moscú y Washington.

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La celebración de esta conferencia entre seis Estados enfrentados por numerosos contenciosos ideológicos, étnicos, territoriales y militares con un pasado común sangriento es en sí ya un éxito.

120 millones de habitantes

Por primera vez en la historia se perfilaron ayer vías de cooperación y entendimiento entre estos seis países que, con 120 millones de habitantes, "no quieren perder el tren de la historia por rivalidades decimonónicas", según dijo el presidente de Yugoslavia, Laizar Mojsov.Son dos países de la OTAN (Grecia y Turquía), dos del Pacto de Varsovia (Bulgaria y Rumanía), uno no alineado (Yugoslavia) y otro, Albania, que desde que abandonó la alianza con Moscú ha rechazado participar en todo foro que no fuera la OTAN.

Los delegados de los diversos países mostraban ayer en los pasillos del Palacio de Congresos su satisfacción, especialmente por lo que ya se califica de giro histórico en la política exterior de Albania.

Ni los más optimistas esperaban una apertura de este encuentro con resultados tan concretos, discursos tan conciliadores y tantas propuestas de cooperación.

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