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Jonathan Richman considera que su música es futurista

Jonathan Richman pasó por Barcelona dejando el grato recuerdo de un buen concierto. Ayer actuaba en Valencia y posteriormente visitaba Madrid (hoy, Rock Club), Vitoria y Zaragoza. Pocos son los cantantes que, sumidos en el engranaje del negocio del espectáculo, afrontan una larga gira europea con la tranquilidad y el buen humor del cantautor bostoniano, fiel representante desde hace casi 20 años de una ola de aire fresco en el mundo del rock and roll. Richman considera que su música es futurista.

Richman nació hace 36 años y creció, según sus propias manifestaciones, totalmente pegado a la música que le ofrecía su radio portátil, y son precisamente esas esencias musicales las que pueblan sus propias composiciones; un estilo de música apriorísticamente demodée que, como pudo comprobarse en Zeleste, causa estragos en todo tipo de públicos. "Creo que mi música es futurista", manifestó Richman a este diario. "Los ochenta han sido una década excesivamente técnica; mi música, al ser más primitiva, será la más adecuada para los noventa".Jonathan Richman acepta sin rubor que sus fuentes de inspiración provienen directamente de los grupos norteamericanos de la década de los sesenta, y se complace, incluso, en resaltar el hecho. "The Lovin' Spoonful, Dion and the Belmonts, Mitch Ryder... y también cosas de la Motown. Es la música con la que crecí, por eso mis canciones son muy similares a las de entonces, aunque algo más íntimas. Es una música esencialmente americana, a veces pienso que es necesario haber crecido en Estados Unidos durante aquellos años para comprender lo realmente americana que es mi música".

Audiencia variopinta

Jonathan Richman afirma no dirigir conscientemente su música a ningún núcleo determinado de público, y curiosamente, sus audiencias cuentan entre las más variopintas del panorama rockero actual. "Me sorprende que a muchachos de 21 años les entusiasme lo que yo hago, porque considero que este tipo de canciones debería ser mejor comprendido por quienes han sufrido ya las heridas del amor, quienes saben lo que significa un dolor profundo y por tanto están preparados para buscar la felicidad". Jonathan Richman insiste una y otra vez en el concepto de alegría y felicidad como motivos inseparables de su música. "Dejemos que los existencialistas acudan a conciertos en que se canten canciones depresivas, lo mío es la alegría". A pesar de esta declaración de principios, Richman no reniega de algunos de sus primeros mentores musicales -"aún me gusta la música de Velvet Underground, creo que John Cale es todavía un gran músico"-, pero acabó reafirmando una vez más que se siente más próximo de Aznavour o Chevalier que de Lou Reed.Jonathan Richman triunfó por todo lo grande en su concierto en Zeleste. Casi 10 minutos duró la ovación final destinada a arrancar al cantante de su camerino y obligarle a retomar el escenario para un cuarto bis. Pocas veces en la corta pero abigarrada vida del local barcelonés el público había insistido tanto y con tanto entusiasmo. Y Richman correspondió, con su voz como única arma, con una nueva versión de Summer feelings intercalada de piruetas acrobáticas.

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