El juicio de la colza
Quiero felicitarles por sus editoriales sobre el juicio de la colza, el aplazamiento del jurado en España, el suplicatorio concedido para procesar al señor Tamames y sobre el cambio de Defensor del Pueblo. Tienen algo en común, dejan claro que en este paísPasa a la página siguiente
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lo que menos importa es el correcto funcionamiento de las instituciones y el bienestar del pueblo. Lo único que parece importante es la conquista y el mantenimiento de parcelas de poder y privilegio.
Los únicos parámetros que, al parecer, son tenidos en cuenta por la clase política a la hora de tomar decisiones son la oportunidad política y la rentabilidad electoral. La palabra justicia es cada vez más hueca para todos aquellos qué pertenecen a sectores sin capacidad de presión social. Lo que un día es blanco, al día siguiente es negro si así lo impone la razón de Estado, mientras la oposición de turno especula si es oportuno o no (no si es justo o no) solicitar la creación de la pertinente comisión que indefectiblemente es denegada o se revela completamente inútil.-
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