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La basura se acumula en el Ramón y Cajal tras el octavo día de la huelga de limpieza

Las dependencias del hospital Ramón y Cajal presentaban ayer un gran aspecto de suciedad, al cumplirse el octavo día de la huelga indefinida convocada por las empleadas del servicio de limpieza como presión para conseguir sus reivindicaciones laborales. La delegada del Gobierno en Madrid, Ana Tutor, estipuló unos servicios, mínimos que afectan casi al 50% de la plantilla, de 242 empleadas, lo que ha permitido que en servicios en los que la higiene es básica, como quirófanos, las consecuencias del paro se noten menos.

El vestíbulo, pasillos de las diferentes plantas, habitaciones de los pacientes, presentaban ayer los signos de la huelga Miles de colillas de cigarrillos papeles, manchas de café, se desparramaban por todas las dependencias del Ramón y Cajal. Varias pancartas en el vestíbulo y cientos de pequeñas pegatinas adheridas por pare des, cristaleras y ascensores contribuían a crear un ambiente de abandono y suciedad en el centro hospitalario.En la tarde de ayer no fue posible establecer contacto con ningún directivo del Ramón y Cajal, aunque fuentes del comité de huelga afirmaron que la dirección estaba preocupada por el paro y las; molestias ocasionadas a los pacientes y visitantes. "La dirección", afirmó una portavoz de las huelguistas, "lo único que quiere es que los trabajos de limpieza se reanuden, sin entrar en el fondo de los motivos por los que se ha convocado la huelga".

Familiares de enfermos hicieron comentarios sobre la pobre impresión que daba al visitante ver un hospital en ese estado de suciedad, aunque ayer no fue posible confirmar si se habían elevado quejas por escrito por parte de pacientes o familiares. La delegada del Gobierno en Madrid, Ana Tutor, ha fijado unos servicios mínimos que abarcan a 117 de las 242 empleadas de la contrata -apenas hay 15 hombres en el colectivo-, repartidos en tres turnos. El comité de huelga consideró excesivo el número de empleadas obligadas a cumplir los servicios mínimos.

La huelga se ha convocado, según el comité, por la negativa de la empresa contratista, Liminher, a iniciar negociaciones sobre una serie de reivindicaciones laborales, como son percibir el ciento por ciento del salario en caso de enfermedad -actualmente se les descuentan 4.200 pesetas por día no trabajado, aun conjustificante médico-, el pago de domingos y festivos trabajados, el control de las contrataciones y la racionalización de las jornadas nocturnas de forma que se respete el trabajo en días alternos. La huelga es apoyada por las secciones sindicales de CC OO y UGT del hospital. Este periódico intentó conseguir declaraciones del responsable de la empresa contratista, Fulgencio Martín, sin conseguirlo.

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