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Ardanza pide serenidad tras la amenaza de crisis en el Gobierno vasco

La presidencia del Gobierno vasco, cuyo titular es el peneuvista José Antonio Ardanza, hizo ayer un llamamiento público a la serenidad, tras la amenaza de crisis abierta en el Gabinete de coalición con los socialistas por la incomparecencia de Txiki Benegas a una reunión convocada por el lehendakari.La voluntad de suavizar las tensiones cristalizó ayer durante la sesión del Gobierno, en la que se aprobaron tres iniciativas hasta ahora conflictivas y se acordó posponer hasta la semana próxima el estudio del informe sobre irregularidades en la Ertzaintza (policía vasca).

La nota de la presidencia reconoce, un "indudable deterioro" en el clima de consenso conseguido a raíz del pacto de pacificación, suscrito el 12 de enero, pero pide a todas las fuerzas políticas una reflexión serena que permita mantener el espíritu de unanimidad imprescindible en un tema como la normalización social y política, de trascendencia indudable para el País Vasco.

Compromiso

La presidencia del Ejecutivo autónomo solicita de los partidos apertura y flexibilidad para que todos los elementos del pacto puedan ser desarrollados y recuerda a las fuerzas firmantes del acuerdo antiterrorista de Madrid que está pendiente la realización del compromiso de compartir el contenido del acuerdo al que se llegara en Euskadi.El Gobierno vasco aprobó en su sesión de ayer varios de los proyectos que han enfrentado en las últimas semanas a nacionalistas y socialistas en el Ejecutivo, como los criterios de armonización de incentivos fiscales, el convenio con las ikastolas (centros de enseñanza en lengua vasca) para su confluencia en la red escolar pública, y las normas para universalizar la asistencia sanitaria de la Seguridad Social.

Los socialistas vascos conceden gran importancia, en especial, al primer proyecto, y esperan que permita poner en marcha en la comunidad autónoma un plan de dinamización y renovación del aparato industrial. El convenio con las ikastolas abre la solución a una cuestión muy sensible en la sociedad vasca, como lo prueba el hecho de que el consejero, José Ramón Recalde, independiente incorporado al Gobierno por los socialistas, ha sido objeto de críticas casi coincidentes a propósito de este acuerdo por parte de Alianza Popular y UGT.

La reunión del Gabinete fue precedida de una entrevista entre el vicepresidente, el socialista Ramón Jáuregui, y el consejero de Presidencia y Justicia, el peneuvista Juan Ramón Guevara, donde se acordaron algunos criterios de solución. Jáuregui declaró ayer que "existía voluntad de encarrilar las cosas y así ha sido".

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Aunque para el vicepresidente la discrepancia ideológica y la dialéctica interna en el Gabinete resultan inevitables, "la convicción personal y estratégica de los dos partidos sobre la necesidad de mantener la coalición nunca ha estado en peligro".

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