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Noriega, dispuesto a asumir un liderazgo izquierdista

El jefe de las Fuerzas de Defensa de Panamá, general Manuel Antonio Noriega, se muestra dispuesto a asumir un liderazgo izquierdista para hacer frente a la presión de Estados Unidos. Con el puño en alto, el hombre fuerte panameño coreaba en la noche del martes los lemas antinorteamericanos voceados por un millar de seguidores del desaparecido Omar Torrijos, que ahora reconocen a Noriega como su nuevo líder.

El general ha iniciado, a raíz de las últimas acusaciones presentadas contra él, una frenética campaña de imagen por cada rincón del país con mensajes radicales y populistas que tratan de acabar con la leyenda de un hombre reservado y tenebroso."Este comandante no doblará la rodilla. Me crié en el mercado público y aprendí a pelear con las pandillas de la plaza del 2 de Enero", manifestó el martes.

Protagonista de cenas, homenajes, actos de solidaridad, Noriega es hoy más que antes la primera figura de este país, sin dejar al descubierto síntomas visibles de que el fin de su mandato esté cercano.

En cada ciudad que visita, Noriega pronuncia discursos más políticos que nunca que harían las delicias de quienes querrían ver a Panamá en el campo de los enemigos de Estados Unidos.

"Me siento satisfecho", decía el martes el general en una cena con un millar de trabajadores sanitarios y dirigentes del Partido Revolucionario Democrático (PRD, fundado por Torrijos), "de que un átomo como yo sea el blanco de los ataques de un coloso como Estados Unidos".

Enfervorizados, sus seguidores gritaban: "Noriega, seguro, al yanqui dale duro". En Panamá nadie recuerda haber oído hablar en este tono ni al propio general Torrijos.

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Panamá y Nicaragua

El líder panameño relacionó las acusaciones de Estados Unidos contra él con su posición respecto a Nicaragua.

"Somos un pueblo pacífico" dijo, "que ha luchado por la paz en Centroamérica, y nos sentimos orgullosos de haber servido para parar la sangre en Nicaragua, y ésa es la factura que estamos pagando". "Si Nicaragua venció, Panamá vencerá", gritó entonces la audiencia.

Cerca de Noriega, en ese acto se encontraba Ramiro Vázquez Chambonet, el principal dirigente de la corriente marxista del PRD, quien reconocía su satisfacción por el giro impuesto por Noriega a su política.

"Lo que al principio parecía una pose para salvar su situación ha demostrado ser una verdadera actitud política", afirma.

A juicio de Vázquez, hasta hace muy poco un hombre marginado de los centros de poder, "Noriega ya ha quemado las naves, sabe que si quiere quedarse y pelear tiene que ser de este lado, y definitivamente se ha decidido a hacerlo".

En opinión de este y de otros dirigentes políticos, Noriega se siente incluso estimulado por las acusaciones hechas en Estados Unidos, ha encontrado una nueva dimensión política -en este sentido se convierte en un tanto a su favor el hecho de aparecer junto a las denuncias hechas a Fidel Castro las presentadas contra él- y parece dispuesto a resistir.

The New York Times advertía estos días que la salida pacífica de Noriega era ahora mucho más difícil que antes del proceso iniciado en Estados Unidos.

Ramiro Vázquez no es el único dirigente repescado en estos momentos. Mucho más sorprendió ver a Noriega el viernes pasado en el barrio de San Miguelito, el más popular de Panamá, acompañado por la alcaldesa Balbina Moreno, militante torrijista e izquierdista violentamente atacada por la prensa oficialista en el pasado.

Ante estos nuevos aliados, Noriega está adquiriendo compromisos trascendentes. "En 1999 va a salir hasta el último soldado extranjero de nuestro país" prometió el martes.

Antes de esa fecha, Noriega tiene en sus manos la baza de exigir el inmediato desmantelamiento del Comando Sur, que agrupa una fuerza de 10.000 hombres destinados a misiones en toda América Latina.

[El Pentágono informó ayer que las fuerzas militares instaladas en la zona del canal de Panamá tomaron el martes "adecuadas precauciones" después de las presiones panameñas para que las tropas de Estados Unidos se retiren del área, según Tne New York Times.

Estados Unidos ha pedido a sus civiles y militares que se encuentran en la zona que actúen con "prudencia y buen sentido" en sus desplazamientos por el país ante el empeoramiento de las relaciones.

El Pentágono declinó comentar el carácter de las reforzadas medidas de seguridad alrededor del Canal, pero dijeron que no se trata de "nada extraordinario".

Los analistas sostienen que la petición para que salgan las tropas de Estados Unidos supone un giro irreversible en las relaciones entre los dos países mientras Noriega se mantengna en el poder.]

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