El protagonismo del actor
Roxanne es un perfecto ejemplo del estado atual de la comedia norteamericana, donde la corrección se aúna a la intrascendencia genérica, pero logrando entretener, siempre que se baje el listón de la exigencia.En el presente caso el pretexto argumental es la libre adaptación literaria del Cyrano de Bergerac, de Edmond Rostand, realizado en tono de comedia para mayor gloria de s protagonista, Steve Martin cuya acción se sitúa en nuestros días.
Héroe literario
Roxanne
Director: Fred Schepisi. Guión: Steve Martin, basado en la novela Cyrano de Bergerac, de Edmond Rostand. Fotografía: Ian Baker. Música: Bruce Smeaton. Producción: Michael Rachmil y Daniel Melnick. EE UU, 1987. Intérpretes: Steve Martin, Daryl Hannah, Rick Rossovich, Shelley Duval, John Kapelos, Fred Willard, Max Alexander, Michael J. Pofiard. Salas de estreno en Madrid: Rialto, Vaguada 2, Minicin Majadahonda, Multicine Pozuelo, Dúplex (en versión original).
Este sucedáneo del héroe literario, cuyo apéndice nasal bien merece los honores del formato scope, desempeña en Roxanne el papel de jefe de bomberos de una pequeña localidad de EE UU. Y en nada recuerda al que dio vida en la pantalla José Ferrer, hace 30 años, dirigido por Michael Gordon, uno de los cineastas acusado de comunista y perseguido por el Comité de Actividades Antinorteamericanas. En la versión actual, Steve Martin es el eje motor del desarrollo argumental, cuyos trabajos más recordables estrenados en en España son su aparición como el sádico dentista de La tienda de los horrores, y su protagonismo absoluto en el espléndido musical Pennies from heaven.En su recreación de este Cyrano bombero contemporaneizado conserva del original su pericia como duelista -cambiando la espada por la raqueta-, su ingenio para las improvisaciones verbales y su vena poética epistolar, puesta ésta a disposición de su camarada a fin de seducir y enamorar a la bella Roxanne, interpretada aquí por la escuálida y atractiva Daryl Hannah, la sirena de Splash. Aunque dirigida por el australiano Fred Schipisi, realizador de Plenty, el verdadero artífice del filme es Martin; todos los demás elementos sólo le apoyan y envuelven.
Pero es su habilidad como gagman, donde aúna el dinamismo verbal al fisico, y su sentido del ritmo, a veces cercano al slapstick, la que consigue la atención del espectador, a quien sólo importa presenciar su numerito de rigor, sin prestar demasiado interés al desenlace de la historia, mero pretexto para que Steve Martin brinde su espectáculo.
Babelia
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