Katlyn Sabá

Esta mujer de pelo rojo, ojos misteriosos y hablar dulce y sereno es la primera persona que, no siendo militar ni hombre -dos condiciones que parecían indispensables en el ámbito castrense-, se ha convertido en asesora del ministro de Defensa para asuntos internacionales."Es lo novedoso en esta casa", dice al referirse a ello. Katlyn Sabá tiene 33 años, es sefardí y durante los últimos cinco siglos sus antepasados habitaron en el norte de Africa tras ser expulsados de España, probablemente de Toledo o Navarra.

Su madre nació en Tánger y su padre en Algeciras. Ella nació circunstancialmente en Venezuela, ya que posee la nacionalidad española. Cuando tenía nueve años, la familia se trasladó a Madrid, donde Katlyn estudió bachillerato en el Instituto Británico y años más tarde se licenció en Derecho. Montó su despacho en Madrid y ejerció durante varios años.Pero cuenta que, con esos antecedentes, siempre tenía en mente una clara inclinación por dedicarse a actividades profesionales que tuvieran algo que ver con las relaciones internacionales. Por eso, no debió de costarle mucho lanzarse cuando, en 1983, leyó un anuncio en EL PAÍS en el que se convocaban plazas para realizar un master de relaciones internacionales en Bolonia, en un centro de la universidad John Hopkins, de Washington. Se trataba de cubrir un primer año de estudios en Bolonia y un segundo y último en Washington. En febrero de 1985, sin embargo, decidió dejar Bolonia por un asunto que le reclamaba más su interés: investigar la política exterior española en el Instituto de Asuntos Internacionales de Roma, donde estuvo dos años y medio.

Durante su estancia en Roma compaginó su trabajo en el instituto con la elaboración de la tesis del master sobre la situación en el Mediterráneo Confiesa que precisamente los temas relacionados con la seguridad fueron los que menos le interesaron. "Entendí que ya había demasiados expertos españoles en temas de seguridad", comenta. Sin embargo, su percepción de los temas de seguridad sí experimenté importantes variaciones en Roma. "Si antes podía ser contraria a la OTAN allí entendí otras perspectivas, expuestas además por gente de izquierdas, como yo", asegura Katlyn.

En noviembre de 1987, ya instalada de nuevo en Madrid, Kadyn fue invitada por Leopoldo Stampa, asesor de Serra, para incorporarse a su equipo. Su primera salida al extranjero acompañando a Serra la realizó a finales del pasado año con motivo de la asistencia del ministro a una reunión de la OTAN en Bruselas.

Katlyn no sólo no rehúye hablar de que es judía, sino que ella misma aborda el tema. "No soy creyente ni practicante, pero me siento judía". Recuerda que tuvo épocas en las que estuvo realmente concienciada. Así, en 1972 pasó mes y medio trabajando en un Kibutz -"conduje tractores e hice trabajos agrícolas"-, y tuvo que regresar por presiones familiares.

Posteriormente también realizó trabajos similares durante un breve período en las proximidades del desierto del Neguev, y en una tercera visita hizo un curso de hebreo en Jerusalén Sin embargo, no es el hebreo uno de los idiomas a añadir a la lista de lenguas que, además del español, domina Katlyn: inglés, francés, italiano y portugués.