Chirac y Barre se lanzan de lleno a la lucha por la presidencia de Francia
El primer ministro francés, Jacques Chirac, se lanzó de lleno en la carrera para la elección como presidente de la República el sábado por la noche, en Versalles, con la presentación de un programa titulado La década de la renovación, en el que promete convertir a Francia en "el país más dinámico de Europa" al filo del año 2000. El ex primer ministro Raymond Barre anunciará hoy en una breve alocución de tres minutos, en su circunscripción de Lyón, su candidatura a la presidencia. Todas las formaciones políticas tienen ya sus candidatos en campaña, a excepción del partido socialista, que espera la decisión del presidente de la República, François Mitterrand, y mantiene el suspense sobre la cuestión por el momento más importante de esta elección: saber si se presenta el presidenciable con más posibilidades.El rostro del candidato del partido neogaullista Asamblea para la República (RPR), Jacques Chirac, aparece ya en toda Francia asociado a tres palabras: ardor, coraje y voluntad. El programa que presentó en Versalles quiere "unir a los franceses alrededor de seis ideas-fuerza: una misma idea de la nación, una misma exigencia de solidaridad y de justicia, una misma confianza en la inteligencia y la formación, una misma voluntad de éxito económico, una misma ambición de libertad y de independencia, y una misma idea del hombre".
En las ideas expuestas el sábado en Versalles, Chirac cultiva los aspectos más conservadores de su electorado, vecino en muchos aspectos del electorado del Frente Nacional de Jean-Marie Le Pen. Es el caso de la defensa de la familia, "que, al igual que el matrimonio, protege a los más débiles y es un factor de unidad y de cohesión social ante plagas como la droga o el SIDA" y del natalismo nacionalista. "Nuestra supervivencia como nación", dijo, "depende de la recuperación de la natalidad, que está ella misma ligada a la confianza que las familias tengan en el futuro". Pero, por otro lado, Chirac delimitó enérgicamente, con su denuncia del racismo y de la xenofobia, las fronteras que le separan de la extrema derecha.
Raymond Barre, apoyado por la mayoría de la Unión para la Democracia Francesa (UDF), la coalición de partidos que gobierna asociada al RPR, se lanza a la campaña electoral con más díficultades de las previstas.
Inquietud barrista
Aunque las ideas que se van a asociar a su imagen son las de determinación, confianza y serenidad, el estado mayor de su campaña intenta esconder la inquietud que está creando en sus filas la caída de su cota de popularidad en los sondeos y las deserciones de destacadas personalidades de la UDF que se han integrado en los comités de apoyo a Jacques Chirac. Los barristas creen que Jacques Chirac ha arrancado demasiado pronto -hace 23 días- y demasiado fuerte, y aseguran que hasta que Mitterrand u otro candidato socialista no estén en liza no será posible hacer valoraciones serias.Barre -el ex primer ministro de Valéry Giscard d'Estaing, calificado, por éste como "el mejor economista de Francia"- es la primera vez que se presenta a la elección presidencial. Durante varios meses se ha mantenido en cabeza en todos los sondeos frente a Chirac y detrás de Mitterrand. Pero desde la entrada de Chirac en campaña, coincidiendo con la tibieza de los apoyos de los componentes de la UDF, su cota ha empezado a bajar y a situarse por debajo de Chirac.
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