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Muere un paciente que recibió un riñón canceroso

El ingeniero sevillano Miguel Barrios, al que hace un año se le trasplantó un riñón canceroso, fue enterrado ayer en Morán de la Frontera, tras su fallecimiento en la residencia sanitaria Virgen del Rocío de Sevilla.

Miguel Barrios ingresó el pasado martes en estado de coma en la residencia, y se le diagnosticó hematoma cerebral y un cuadro clínico irreversible en su proceso cancerígeno. La causa de la muerte fue un "accidente vascular cerebral hemorrágico", según informó ayer la Cadena Ser.

A Miguel Barrios y a Manuel Mejías, este último natural de la localidad gaditana de Puerto Real, se les trasplantaron, el pasado mes de marzo, los riñones de la joven Mercedes Catanedo, fallecida por un derrame cerebral. La donante padecía un proceso cancerígeno que no fue advertido por los médicos, por lo que a Manuel Mejías se le extirpó el riñón canceroso a los cinco meses de recibirlo, mientras que Miguel Barrios estuvo sometido a tratamiento médico hasta que, el pasado mes de octubre, los médicos se decidieron a extirparle el riñón.

Las denuncias de los pacientes provocaron una amplia polémica en el Parlamento andaluz y una investigación de la Consejería de Salud, que reconoció que la información sobre el estado de la donante no se encontraba a disposición de los médicos que realizaron los trasplantes.

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