Procesado un policía como presunto autor de un delito de homiciclo
Adolfo Palenciano, policía adscrito a la comisaría de Alcalá de Henares, ha sido procesado como presunto autor de un delito de homicidio cometido en la persona de Felipe Domínguez Becerra, un hombre de 26 años de edad que resultó muerto de un disparo en la cabeza el 16 de junio de 1987, cuando intentaba escapar de los agentes que le vigilaban. La Audiencia Provincial de Madrid ha decretado la prisión provisional del policía con una fianza de 200.000 pesetas, y ha declarado al Estado como responsable civil subsidiario para hacer frente a las responsabilidades pecuniarias que pudieran derivarse.
En la relación de hechos, la Audiencia Provincial señala que el 16 de junio, martes aproximadamente a las 16.45, Felipe Domínguez, que en ese momento iba esposado con las manos a la espalda, dio un empujón a uno de los dos agentes que le custodiaban, momentos antes de entrar en comisaría, y salió huyendo hacia el parque O'Donnell, de Alcalá de Henares. El policía Adolfo Palenciano le persiguió, dándole el alto en repetidas ocasiones y efectuando dos disparos al aire.Al llegar al parque, el joven perseguido se volvió bruscamente, "haciendo con ello que su perseguidor se le echara prácticamente encima, tratando de golpearle en la cabeza con la pistola que seguía empuñando en su mano derecha y que se encontraba montada y con el percutor levantado, en cuyo momento, sin que exista constancia de que llegara a golpearle (el agente al huido) se produjo un disparo a quemarropa que penetró en el cráneo de Felipe por la región occipital izquierda y salió por la región parietal-derecha". Felipe Domínguez resultó muerto casi en el acto.
Felipe Domínguez había sido detenido el día anterior, lunes, acusado de ser el autor de un atraco. El fallecido -que estaba casado y tenía tres hijos de cinco, tres y dos años- trabajaba esporádicamente con su padre, que es contratista de obras. A Alcalá de Henares había llegado con su familia hace 20 años. Según declaró su esposa, comenzó a tomar heroína siete años antes y había intentado dejar la droga en varias ocasiones, sin conseguirlo.
En los fundamentos jurídicos, la Audiencia señala: "Los hechos anteriormente relatados por ahora y sin perjuicio de ulterior apreciación, pueden ser constitutivos de un delito de homicidio, sin prejuzgar su carácter doloso o culposo". Para el policía procesado se decreta la prisión provisional, de la que podrá librarse si presta fianza en metálico por valor de 200.000 pesetas.
El Estado, subsidiario
Asimismo, la Audiencia señala la cantidad de 5.100.000 pesetas para asegurar las responsabilidades pecuniarias, y señala al Estado como responsable subsidiario en caso que el procesado se declare insolvente.Fernando Salas, abogado de la acusación particular, ha mostrado su satisfacción por la diligencia desplegada por la Audiencia Provincial en este caso, que contrasta, afirmó, con la irregular actuación del juez de Alcalá que abrió el caso, y que en su día se negó a procesar al policía además de desechar algunas. pruebas pedidas por la acusación particular.
Adolfo Palenciano, en unas declaraciones publicadas en este periódico el 26 de junio pasado, afirmó que en absoluto quiso herir a Felipe Domínguez y que la pistola, una Star PK 28, calibre 9 milímetros Parabellum, se le disparó.
La pistola en cuestión tiene un mecanismo de tiro muy liviano, de forma que, una vez realizado el primer disparo, los siguientes se producen con muy ligeras presiones sobre el gatillo.
Fernando Salas afirmó que Adolfo Palenciano ha declarado que hacía un año que portaba esa pistola y que había practicado con ella en numerosas ocasiones. "Esperamos", añadió Salas, "que el Ministerio del Interior tome nota de lo sucedido y se adopten medidas para evitar que sucesos como éste puedan repetirse".
En el recientemente anunciado plan de modernización de las fuerzas del orden españolas, se recoge precisamente como uno de los objetivos el dotar a los agentes de armas más seguras que eviten percances fortuitos.
La muerte del joven provocó en su momento un amplio movimiento de protesta en Alcalá de Henares, sobre todo cuando un testigo, que posteriormente contradijo sus primeras declaraciones, aseguró que la versión de la policía -la del encontronazo entre el policía y el huido-, no era exacta y que Felipe Domínguez iba esposado cuando corría ante los agentes que hicieron varios disparos, uno de los cuales alcanzó al muchacho y causó su muerte.
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