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España protesta ante Rumanía por una falsa felicitación del Rey a Ceaucescu

España presentó hace dos días una protesta verbal ante los representantes diplomáticos de Rumania en nuestro país por la "rnanipulación" de un texto del Rey, falsamente presentado la pasada semana por un órgano informativo oficial rumano como un telegrama de felicitación de don Juan Carlos al secretario general del Partido Comunista Rumano, Nicolae Ceaucescu, por su 70º cumpleaños. El texto en cuestión, publicado el pasado día 20 por el diario Scinteia, correspondía en realidad a un brindis pronunciado por el Monarca español durante su visita a Bucarest en 1985.

El texto que Scinteia reproducía como correspondiente a la supuesta felicitación del Rey señalaba: "Tengo el gusto de expresarle, señor presidente, mi admiración por la ininterrumpida actividad que demuestra proponiendo medidas viables para evitar los riesgos de enfrentamiento y afirmar la paz en el mundo". Fuentes diplomáticas españolas dijeron privadamente que el espíritu de este mensaje real corresponde a 1985, y no, obviamente, a la actualidad, cuando Rumanía parece, de alguna manera, colocada en una cierta oposición a la perestroika iniciada por la URSS y su política favorable al desarme.La manipulacion del texto del brindis del rey Juan Carlos, quien, según fuentes diplomáticas, no envió telegrama alguno de felicitación a Ceaucescu por su 70º cumpleaños, celebrado el pasado día 26, provocó una protesta diplomática española: hace dos días, el director general para Europa del Ministerio de Asuntos Exteriores. Fermín Zelada, convocó en el palacio de Santa Cruz al encargado de negocios rumano en España -hace meses que no se cubre la plaza de embajador- para expresarle la "sorpresa y disgusto" del Gobierno español ante la "manipulación" de las palabras del jefe del Estado.

Antecedente británico

Algo semejante ocurrió el pasado día 22 en Londres, donde el Foreign Office convocó al embajador rumano al haberse observado una maniobra parecida con respecto a unas palabras de la reina Isabel II. En esta ocasión se trató de la publicación de una carta falsa, que inmediatamente fue desmentida por el palacio de Buckingham, residencia oficial de la soberana británica. El Foreing Office convocó al embajador rumano en Londres para expresarle una protesta por lo que se consideró "una afrenta a la Reina". Según los rumanos la Reina de Inglaterra se refería a Ceaucescu en los siguientes términos: "Usted es un hombre de Estado de talla internacional con gran capacidad e influencia. En el Reino Unido estamos enormemente impresionados por la decisión con la que defiende su independencia y por la firmeza con que juega Rumanía su importante papel en política internacional".Scinteia también sacó de su contexto otro texto del rey Gustavo de Suecia, empleándolo, igualmente, como felicitación a Ceaucescu.

La explicación dada por los diplomáticos rumanos en España y por el Ministerio de Asuntos Exteriores en Bucarest a nuestros representantes diplomáticos allí fue que todo ha sido fruto de un "error", dado que Scinteia omitió citar las fechas en las que las palabras de los tres jefes de Estado habían sido pronunciadas; en ningún momento, explicaron, se trató de un intento voluntario de manipulación o tergiversación.

Las fuentes oficiales españolas consultadas por este periódico prefirieron dejar pasar "sin comentarios" las explicaciones rumanas, y no ir más allá en las acciones de protesta. Por su parte, la Zarzuela, residencia de don Juan Carlos, no hizo ayer comentarios ante este episodio, privadamente calificado de "lamentable" en medios gubernamentales.

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