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El Gobierno descarta unificar los servicios secretos civiles y militares, para evitar una concentración de poder

El Gobierno ha retrasado la anunciada reorganización de los servicios de información militares y civiles y ha descartado su unificación, pues sus expertos temen la concentración de poder en un solo servicio secreto, mientras que su dispersión permite contrastar datos y evitar un único control de la información, según fuentes del Ejecutivo. Estas fuentes afirman que el Centro Superior de Información de la Defensa (CESID) está presionando al Gobierno para que su reorganización no se lleve a cabo y especialmente para evitar que un civil coordine desde Presidencia la actividad de todos los servicios.

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La política de Defensa de echar baiones fuera sobre las irregularidades del CESID, como el reciente espionaje del servicio secreto militar al director general de Asuntos Consulares, Rafael Pastor Ridruejo -información adelantada por este periódico-, es considerada en algunos medios gubernamentales como una actitud "débil y temerosa" del departamento que encabeza Narcís Serra frente a la anunciada reorganización de estos servicios.La respuesta del Gobierno ante el "gravísimo espionaje" a Rafael Pastor, según fue calificado por Exteriores, sólo ha sido el silencio y "ridículas intoxicaciones sobre su origen" en palabras textuales de fuentes de los servicios civiles. Entre las más "graciosas e increíbles" intoxicaciones, añaden las mencionadas fuentes, se encuentra la difundida por algunos medios en el sentido de que un servicio extranjero vigilaba a Rafael Pastor y que el micrófono descubierto en la línea telefónica de su domicilio se autodestruyó al ser desactivado.

El micrófono se encuentra en poder de la policía española desde hace alrededor de dos meses, cuando se descubrió su colocación en la línea privada de dicho alto cargo aseguran las fuentes informantes. Los expertos de la, policía conocen perfectamente el origen del aparato y en altas esferas del Gobierno se ha tratado de silenciar el asunto para evitar un nuevo escándalo que afectase al CESID.

Pruebas suficientes

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El servicio secreto militar trata, como ya es habitual, de tapar esas irregularidades, "intolerables" en un país democrático, argumentando una campaña contra su director, el teniente general Emilio Alonso Manglano. La respuesta de los valedores del CESID no esconde más que la rotunda oposición de sus jefes militares a que un civil sea nombrado responsable del centro de información militar.

En fuentes oficiales del Ministerio del Interior se afirma que la policía está investigando actualmente la procedencia del micrófono y el origen del espionaje. Estos servicios ya investigaron el caso antes de que el asunto fuera publicado por este periódico y tienen datos suficientes para afirmar que el CESID espiaba al alto cargo de Exteriores.

Sin embargo, el Gobierno no ha adoptado ninguna medida hasta el momento. El caso, según otras fuentes, se encuentra en fase de espera.

La anunciada creación de una comunidad de inteligencia, que reunificaría o reorganizaría los servicios militares y civiles coordinados por un civil desde Presidencia del Gobierno, ha sido frenada desde el propio Ejecutivo. Este retraso contrasta con las declaraciones de altos responsables gubernamentales en este área, que han reiterado que la remodelación se realizaría en breve plazo.

Significativamente, en el programa electoral con que el PSOE se presentó a las últimas elecciones legislativas en junio de 1986 no se hace referencia a la coordinación de estos servicios y ni siquiera se cita el reiterado proyecto de la comunidad de inteligencia. En el apartado Una política de defensa para la paz y seguridad en España se habla sólo de que "se mejorarán los canales de comunicación de las Fuerzas Armadas con los sectores sociales e institucionales para conseguir mayor acercamiento y colaboración".

Fuentes de Interior han asegurado que el Gobierno ha descartado la reunificación de los servicios de información civiles y militares, y continúa estudiando el nombramiento de un civil en el palacio de la Moncloa que despache con los respectivos jefes de los servicios.

Actualmente el jefe de Gabinete de la Presidencia del Gobierno, Roberto Dorado, despacha con Rafael Vera, secretario de Estado para la Seguridad, y con Fernando Perpiñá, subsecretario de Exteriores, sobre informaciones, confidenciales y secretas procedentes de los dos departamentos. El teniente general Emilio Alonso Manglano tiene acceso directo al presidente del Gobierno, Felipe González, lo que lleva provocando desde hace mucho tiempo recelos entre el resto de los responsables de los servicios de información.

Dorado sigue, en teoría, al frente del proyecto del ex secretario de Presidencia, Julio Feo, para coordinar la información de los distintos servicios del Estado. Sin embargo, actualmente se desconoce si se mantiene en Presidencia del Gobierno la intención de nombrar a un civil que coordine estas actividades y se regulen claramente los campos de actuación de cada centro de información.

Dorado manifestó ayer que no se ocupa de estos temas y nadie ha continuado la labor de Julio Feo al frente de la coordinación de estos servicios precisó que sólo existe una coordinación entre sus_responsables y el grupo creado por Feo en Presidencia que analiza los temas de Interior y Defensa.

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