Un inesperado incidente
Eran las 12.25 de la mañana de ayer cuando Eduardo Martín Toval, presidente del 31º Congreso, proclamaba la candidatura electa a la ejecutiva del PSOE. En ese momento se abrió una de las puertas y Nicolás Redondo penetró en el salón, rodeado de los miembros de su ejecutiva, lo cual provocó un enorme revuelo de fotógrafos y cámaras de televisión. Una periodista rodó por los suelos, ante la carga de sus propios compañeros, que no querían perderse el momento fisico del encuentro entre Redondo y González. Éste último no aguardó a que el líder sindical llegara hasta él raudo como la centella, se fue hacia la periodista caída y le ayudó a levantarse.El breve e inesperado incidente ayudó a resolver la forma en que podía producirse el encuentro de ambos dirigentes: Redondo y González se limitaron a sentarse uno junto al otro, mientras el presidente del congreso, Eduardo Martín Toval, reanudaba la proclamación de los candidatos electos.
Nicolás Redondo cosechó muchos menos aplausos que Felipe González, en un ambiente dominado por los partidarios de este último. Toda la comisión ejecutiva permaneció con las manos quietas a lo largo del discurso de Redondo, y sólo al final aplaudieron cortesmente, a iniciativa de Guerra. Carlos Solchaga, ministro de Economía, que estaba sentado en las primeras filas, no pudo reprimir algún gesto irónico frente al discurso de Redondo. La frialdad de muchos dirigentes socialistas con Redondo contrastó con el gran abrazo en que se fundieron el líder sindical y el presidente del PSOE, Ramón Rubial."N. leo!", "-N leo!"
José María Maravall fue uno de los dirigentes más aplaudidos por el congreso, al ser proclamado como nuevo miembro de la ejecutiva. También cosechó una gran ovación el ex dirigente ugetista José Luis Corcuera, en este caso matizada por un pequeño sector que prorrumpió en gritos de "¡Nico!", "¡Nico!". Las mujeres incorporadas a la ejecutiva suscitaron un entusiasmo de tipo medio: ni encendidas ovaciones, ni simples aplausos de cortesía.
Además de las casi tres mil personas que siguieron los discursos desde el salón de sesiones, algunos centenares más lo hicieron a través de monitores y pantallas de televisión, que transmitían la sesión por circuito cerrado. El más joven de los asistentes era Héctor Garrigós, de cuatro meses, hijo de un responsable de FETE-UGT, que siguió la sesión desde su cochecito, la mar de contento ante los disparos de los flashes de los fotógrafos y el constante ir y venir de la marea humana que ayer invadió el palacio de Congresos y Exposiciones. "No tenía con quien dejarle", explicó su madre, quien no quería perderse la clausura del congreso socialista.
La información sobre el congreso del PSOE ha sido realizada por Joaquín Prieto, Anabel Díez, Juan González Ibáñez y Enric Company.
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