Hermetismo sobre el paradero de los deportados

Los cinco exiliados iraníes que llegaron a Madrid en la tarde del jueves y permanecían ocultos en un hotel fueron trasladados por la policía durante la madrugada del viernes a un hospital donde fueron reconocidos por los médicos y se les inyectó suero. Los refugiados estaban muy debilitados porque habían mantenido una huelga de hambre en Gabón.Alrededor de las tres de la tarde la policía española informó a los muyahidin que podían marcharse a las casas de sus amigos y familiares donde permanecerán hasta que se negocie su salida de España. Los antijomeinistas aseguraron ayer que su intención es volver a Francia y que los tres turcos que han viajadao hasta Madrid regresen con ellos. Aladdin Touran, jefe de realaciones internacionales de los muyahidin, viajó ayer desde Bagdad a Madrid para negociar con las autoridades españolas la salida de España de los exiliados.

Un portavoz de la Dirección General de la Policía aseguró que los antijomeinistas habían solicitado, por "motivos personales", que no se diera a conocer el lugar donde se encontraban.

Por otra parte, Miguel Gener, fotógrafo colaborador de EL PAÍS, fue detenido por la policía durante media hora por fotografiar a varios refugiados en el momento en que eran trasladados por la policía-alrededor de las cinco de la madrugada- a un lugar secreto.

Una fuente policial aseguró que los cinco exiliados iraníes se encuentan en nuestro país con carácter temporal y que se desconoce el tiempo que permanecerán en España. Un portavoz de la Seguridad del Estado dijo a Efe que los cinco iraníes y los tres turcos acogidos deben mantener "una correcta neutralidad y no desarrollar actividad política".