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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

EL PAÍS y la esquizofrenia

¿Quiénes podrían ser receptores de esta carta? A juzgar por los nombres de quienes forman el Consejo de Redacción de EL PAÍS y firman colaboraciones -la mayoría de ellos varones, aunque con alguna presencia femenina-, deberíamos dirigirnos a ustedes utilizando el masculino, ya que sabemos que, también en castellano, el masculino cumple la doble función de ser genérico -incluyendo a mujeres y varones- a la vez que específico (sólo referido a varones). Nosotras, un colectivo de mujeres, hemos aprendido a discernir, penosamente y no siempre con éxito, cuándo el masculino nos incluye y cuándo no. ¿Sería mucho pedir si los ustedes varones se sintieran -por una vez- aludidos si empezamos así?:Estimadas nuestras (personas de EL PAÍS):

Cada día, cada cual se detiene y mira. Y en la mirada de la otra persona sobre el mundo espera su reflejo. ¡Estéril tarea! Qué espejismo es la vida. ¿Es posible ser lectora de EL PAÍS sin padecer espejismos? Porque, ¿qué reflejos?

Manuel Vicent, el de los ojos fenicios, cree que nosotros, descendientes del helenismo, podríamos llevar los genitales bamboleando libremente si el judeo-cristianismo no lo hubiera podrido (EL PAÍS, 24 de noviembre de 1987). ¿Acaso no descendemos del helenismo los que no podemos llevar los genitales bamboleando libremente? ¿Qué nosotros?

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El incisivo Vázquez Montalbán escribe que "en todo fin hay un principio. Es decir, que, después de dar el beso a la chica, hay

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que seguir pagando las deudas" (EL PAÍS, 28 de noviembre de 1987). ¿Sabe usted que nosotras también podemos pagar las deudas?; entonces, ¿somos el chico que besa a la chica? ¿Dónde la película en la que chica besa a chica o chico besa a chico?

Y hay más. Diariamente. En EL PAÍS que leemos y pensamos. Pero que no nos piensa.

Sólo un último más. Para Romeu. Con conmiseración. ¿Qué mensaje de varón a varón lanza este señor en sus viñetas? (EL PAÍS, innumerables fechas). El mensaje velado del perverso y vergonzante mito del deseo de las mujeres a ser tomadas, de la insaciabilidad sexual femenina. ¿Será posible?

Desde la difÍcil condición de ser persona -persona lectora en este caso- y además mujer, ¿es posible leer EL PAÍS sin sufrir esquizofrenia?, porque ¿qué reflejos?- y 13 firmas más.

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