Un terremoto siembra el pánico en la capital de Albania
Un seísmo provocó en la madrugada de ayer un movimiento de pánico entre los habitantes de la capital de Albania, Tirana, quienes en su mayoría abandonaron precipitadamente sus casas, anunció ayer la agencia yugoslava Tanjug. El terremoto, de 5,7 grados de magnitud en la escala de Richter, según los observatorios situados en la vecina Yugoslavia, o de 4,8 grados, según informaron las autoridades albanesas, sacudió Albania central a las 2.30 (hora peninsular española) de ayer.
Una segunda sacudida de similar magnitud, según Tanjug, volvió a sacudir la zona de Tirana menos de seis horas después.La agencia albanesa Ata indicó que el seísmo causó "algunos leves daños materiales en los pueblos de Ndroq, Shesh, Barzezze y Baldushk, al suroeste de Tirana. Según los centros sismológicos de Belgrado y Titogrado, el epicentro se situó entre la capital y el centro industrial de Elbasan, a unos 50 kilómetros de Tirana.
Fuentes diplomáticas yugoslavas en Tirana indicaron que en la mañana de ayer se observó un intenso tráfico de ambulancias y coches oficiales en la capital. Los daños en la capital albanesa parecen, sin embargo, limitados, según estas fuentes, que precisaron que el seísmo provocó una grieta en un muro de la Embajada de Yugoslavia.
En Francia, el Instituto de Física del Globo, de Estrasburgo, indicó que el seísmo había provocado "ligeros daños" al sur de Tirana. El Instituto precisó que sus aparatos habían registrado una magnitud de 5,6 en la escala de Richter (que va de uno a nueve), por lo que se considera que este seísmo fue poco importante.
El norte de Albania resultó seriamente afectado en 1979 por un seísmo catastrófico con epicentro en el sur adriático de Yugoslavia.
Por otra parte, un terremoto de menor magnitud sacudió también en la madrugada de ayer la república soviética de Tayikistán, según informó la agencia Tass en Moscú, que añadió que no se habían registrado pérdidas materiales ni humanas.
El seísmo sacudió toda la parte baja de la cordillera de Pamir, zona de frecuentes terremotos, y alarmó a todos los habitantes de la zona.
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