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China restaura al cabo de 30 años "derechos políticos" al obispo de Shanghai

Ignatius Gong Pingmei, obispo de Shanghai y el más célebre de los prelados chinos condenados en los cincuenta como "contrarevolucionarios" por su negativa a romper con Roma, ha visto restaurados sus derechos políticos" al término de una caída en desgracia que ha durado 30 años. Las autoridades chinas han anunciado que el tribunal de Shanghai ha levantado el pasado martes las últimas de asignación de residencia y de privación de derechos Políticos que pesaban sobre el obispo, de 96 años, desde que fuera "puesto en libertad", en julio de 1985.

Gong, según la agencia Nueva China, ha "expresado al tribunal su agradecimiento por la clemencia del Gobierno y ha declarado que consagrará el resto de su vida al esfuerzo de modernización de la nación".El anuncio oficial sólo cita discretamente el arrepentimiento que las autoridades habían apreciado en Gong para explicar su puesta en libertad hace dos años. El obispo de Shangai había sido encarcelado en 1955 por haberse opuesto a la entrada de China en la guerra de Corea y por haberse negado a reconocer a la Asocia ción Católica Patriótica, fundada por el poder comunista para encauzar a los católicos chinos y rechazar la autoridad papal.

Estas confesiones, que no se basaban en prueba alguna y siempre fueron puestas en boca de funcionarios -el prelado nunca fue citado explícitamente por la prensa oficial- habían conferido un carácter algo orwelliano a lo que no podía ser en el fondo sino una medida de clemencia del Gobierno chino destinada a servir de gesto hacia el Vaticano. Desde 1985, Gong estaba en residencia vigilada

-Nueva China asegura ahora que se le autorizó a celebrar misa en un convento de Shangai- y celosamente impedido de hablar con los periodistas.

Gong sigue siendo para los católicos chinos, que no se han unido a los tres millones de fieles de la Iglesia oficial, un símbolo de cristianismo decididamente prorromano en la China comunista.

Por ello su rehabilitación plantea a Roma un problema: el de su estatuto en la jerarquía episcopal católica. El actual obispo de Shangai, Zhang Jiashu, de unos 95 años, ha sido nombrado por el poder comunista, así como su auxiliar, Alloyz Jin Luxian, de 71 años, que en mayor pasado viajó a Francia en visita privada

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La Santa Sede no puede en principio reconocer estos nombramientos ni el nombramiento de otros obispos realizada por las autoridades patrióticas chinas en noviembre de 1986.

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