_
_
_
_

Hacienda intenta que la rebaja de retenciones sea mayor de lo previsto para compensar el 'crash'

Del primer proyecto de real decreto elaborado por Hacienda para regular la anunciada rebaja de retenciones fiscales sobre nómina se desprende que numerosos contribuyentes, situados entre dos millones y medio y cinco millones de pesetas, no tendrán disminución alguna. El proyecto todavía debe ser informado por el Consejo de Estado y estudiado por el Gobierno, trámites que amenazan con demorar su entrada en vigor uno o dos meses.

Para la mayoría de los contribuyentes, la rebaja diseñada será a lo sumo de dos o tres puntos, si bien en algún tramo inferior al millón de pesetas podría reducise el doble como consecuencia de la elevación a 840.000 pesetas del mínimo exento de declarar. Economía intentará que la rebaja sea mayor con el fin de compensar la desaceleración del consumo privado que podría ser alentada por los efectos del crash bursátil.El proyecto de nueva tabla de retenciones fiscales sobre el trabajo en el impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF), cuya entrada en vigor estaba anunciada para el próximo mes de enero, fue terminado a principios de diciembre en la Secretaría de Estado de Hacienda. Pero todavía no ha sido discutido por el equipo directivo del Ministerio de Economía y Hacienda.

Una vez dado este paso, el texto de real decreto ha de recibir el debido dictamen del Consejo de Estado y ser aprobado por el Gobierno en Consejo de Ministros, trámites que quizá demoren algunas semanas su entrada en vigor, según fuentes de la Administración.

Las empresas deben disponer también de algunas semanas para adaptar sus nóminas a los nuevos tipos. Por ello, y aun cuando uno de los objetivos de la rebaja era aliviar de presiones alcistas la negociación colectiva de salarios entre empresas y trabajadores, podrían presentarse dificultades a la hora de que los empleados noten mejorados sus ingresos desde el mismo mes de enero.

Simulaciones

De hecho, en Hacienda las simulaciones realizadas sobre la disminución de ingresos en 1988 tras aplicar el decreto han partido de la hipótesis de que éste sólo tendrá efecto durante un período de diez meses. Así, la pérdida de recaudación resultante excede ampliamente de los 100.000 millones de pesetas. Esto sobre unos ingresos totales que durante los once primeros meses de este año se han aproximado a los 2,22 billones de pesetas, lo que significa un 40,1% más que en en 1986 por las mismas fechas.En términos globales, el proyecto de decreto apenas alcanza la importancia que tuvo la rebaja promovida por el ex ministro Miguel Boyer en la primavera de 1985, cuyos efectos ya pudieron ser contrastados por los contribuyentes al cobrar la nómina y al declarar la renta.

Según fuentes del fisco, el primer proyecto de tabla elaborado por Hacienda sigue con bastante fidelidad las modificaciones introducidas en la tarifa por la ley de Presupuestos del Estado para 1988. Así, los contribuyentes situados en tramos de renta de 600.000 a 840.000 pesetas verán disminuidas sus retenciones entre cuatro y seis puntos, aunque toda comparación con la tabla anterior arroja resultados muy diferentes en función de situaciones particulares como el número de hijos y de si el contribuyente es asalariado o pensionista.

A partir de un millón de pesetas, la rebaja desciende a los tres puntos, y en torno a los dos millones de pesetas se queda por debajo de los dos puntos. Para las restantes, entre dos millones y medio y cinco millones, la reducción será de un punto o nula. Sin embargo, los ingresos superiores sí tendrán rebaja de uno o Varios puntos, y a partir de los Veinte millones de pesetas habrá otra vez incrementos.

Bajar más

Por otra parte, fuentes de la Secretaría de Estado de Economía, aunque dijeron desconocer la tarifa que al final propondrá Hacienda, anticiparon la opinión de que actualmente serían convenientes rebajas algo mayores de las que pudieron haber sido decididas hace varios meses. El panorama ha cambiado a partir de la caída iniciada por las principales bolsas mundiales a partir del 19 de octubre.Oficialmente se ha insistido en que la respuesta a los escasos efectos esperados del crash bursátil se limitada a acompañar la política económica ya prevista con medidas más decididas para bajar los tipos de interés y frenar así el debilitamento de la inversión. Pero todo parece indicar que la preocupación en el Ministerio de Economía y Hacienda. y en el Gobierno aumenta conforme pasan las semanas, por lo que no parece que en estos ámbitos vaya a encontrar obstáculos la idea de que una desaceleración del consumo privado más rápida de la esperada requiere cargar la mano en el descenso de las retenciones sobre las nóminas.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_