Ardanza retrasa la entrega del nuevo documento para el pacto sobre la violencia
Todos los partidos políticos vascos permanecieron el día de Nochebuena a la espera del nuevo borrador del Documento para la Normalización Democrática y Pacificación de Euskadi, que el lehendakari José Antonio Ardanza iba a remitirles, con el fin de estudiarlo en reuniones extraordinarias que casi todos los partidos habían convocado para esa mañana y desconvocaron poco después de la una de la tarde.Entre los planes del presidente del Ejecutivo autónomo, figuraban la realización de una reunión conjunta en el palacio presidencial de Ajuria Enea en Vitoria, con los representantes de las formaciones políticas, los días 29 o 30, aunque posteriormente se barajaron los primeros días del año, fechas que parecen más probables en este momento al no estar el documento con las modificaciones de los partidos en poder de éstos.
Según fuentes de presidencia, este nuevo texto no va a modificar sustancialmente los contenidos del documento cero (el texto anterior), aunque contendrá ligeras modificaciones. En este sentido, el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, que se entrevistó con el lehendakari Ardanza el pasado martes en Ajuria Enea, aseguró que Navarra seguirá apareciendo en el documento "en tono respetuoso", y que no aparecerán referencias al derecho de autodeterminación.
En la recta final del pacto vasco, y cuando tres partidos -Euskadiko Ezkerra, PNV y CDS- han mostrado su acuerdo con el lehendakari y con el primero de los textos que distribuyó a las formaciones vascas, los problemas y discrepancias se centran fundamentalmente en el PSOE y Eusko Alkartasuna (EA).
Alianza Popular también ha hecho públicas sus discrepancias con el documento de Ardanza, al que propusieron 11 modificaciones que se podrían simplificar en la separación de los problemas de la violencia y los políticos y la no inclusión de Navarra en el documento.
Esta postura está próxima a la de los socialistas, que además piden que: el acuerdo se haga por consenso entre todos los partidos, y que no se transcriba ninguna referencia a la autodeterminación, ya que en caso contrario "el acuerdo será imposible", aseguró Txiki Benegas el pasado lunes.
El día 7 de enero
El secretario general de los socialistas vascos, pesimista tras su entrevista con Ardanza, insistió en que en caso de un desacuerdo que imposibilite el consenso, la declaración institucional de marzo de 1985 -que aprobó el Parlamento vasco por unanimidad- seguiría aún vigente, del ando entrever que el desacuerdo supondría un paso atrás respecto a esta declaración.Por otra parte, los representantes de Eusko Alkartasuna han venido reiterando durante los últimos días que no es eficaz para pacificar Euskadi "una declaración retórica contra la violencia" -como la calificaba el presidente de EA, Carlos Garaikoetxea-, que no incluya otro tipo de soluciones políticas a problemas insatisfechos y todavía por desarrollar.
En este momento, y cuando desde Presidencia del Gobierno vasco se apuesta por cerrar el pacto, como muy tarde, el próximo día 7, el enfrentamiento abierto entre PSOE y Eusko Alkartasuna se dirimirá después de las uvas del nuevo año.
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