Javier Sáenz Cosculluela,
ministro de Obras Públicas y Urbanismo, asegura que su condición de ministro en nada ha cambiado su vida cotidiana y, sobre todo, su tiempo de esparcimiento dominical. Así, cuando no tiene que inaugurar alguna obra hidráulica o asistir a reuniones de trabajo, es fácil encontrarle en las mañanas dominicales en el parque del Retiro madrileño con sus hijos. Chapela bien calada y trenka de progre de los sesenta, el ministro y sus hijos hacen una parada invariable en el puesto del popular Pirulo. El ministro dice que Pirulo es de los pocos que satisface la demanda de sus hijos de cambiar cromos, y, además, el pasado domingo les surtió de todos los que les faltaban de Daniel el Travieso y Heidi.
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