_
_
_
_

Una costa peligrosa

La Costa da Morte, la ribera abrupta en donde está situado el Finisterre gallego, es una zona de mucho tráfico marítimo y que se ha ganado a pulso su denominación.Desde las leyendas que aseguraban que sus habitantes provocaban naufragios colocando falsas luces de posición en los acantilados, para luego saquear los buques, hasta la historia conocida de los últimos cien años que registra siniestros como el de un barco-escuela británico, naufragado a caballo de este siglo, en el que fallecieron más de un centenar de guardiamarinas.

A este naufragios, que pervive en la memoria de los pueblos marineros de esta costa, hay que añadir los innumerables accidentes sufridos por los pequeños barcos de pesca de la zona, destrozados contra los rompientes que fianquean los puertos. Pese a todo a ello el faro de cabo Vilano no fue construido hasta mediados de este siglo.

Más información
23 personas fallecidas tras incendiarse un barco panameño frente a las costas gallegas

En la historia más -reciente hay que anotar la fecha del 31 de diciembre de 1978 en la que el petrolero Andros Patria sufrió una explosión a unas treinta millas al oeste de las islas Sisargas, enfrente de la localidad de Malpica (La Coruña). Veinte desaparecidos, tres supervivientes y nueve cadáveres fue el balance de la tragedia. La amenaza de una marea negra se disipó al cabo de unos días.

El pesquero español Cizúrquil fue abordado y hundido, en mayo de 1982, por el mercante iraquí Iran-el-ham, a unas siete núllas al oeste de Finisterre, falleciendo sus ocho tripulantes.

Tres marineros españoles resultaron muertos y siete desaparecieron en el hundimiento del mercante Dunka, en julio de 1984, tras colisionar con un buque frigorífico polaco en esta misma costa.

Cuatro pescadores murieron en marzo de 1987, en dos naufragios ocurridos en Corme y O Pindo (La Coruña) al volcar las lanchas que ocupaban a causa de los fuertes vientos.

El pasado 27 de octubre, 12 tripulantes del pesquero Generosa, con base en Marín, fueron rescatados sanos y salvos después de permanecer unas nueve horas a bordo del barco, encallado frente al muelle de Muxía. El Generosa embarrancó cuando se dirigía a puerto, en unos bajos denominados Laxe do Peton. La tripulación permaneció impotente en la cubierta, azotada por el temporal.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_