Sólo Izquierda Unida rechazó la propuesta del PSOE

El pleno del Ayuntamiento de Madrid aprobó ayer, con la única oposición de Izquierda Unida, la propuesta del PSOE para solicitar a la delegación del Gobierno que o autorice la celebración de manifestaciones en el centro de la ciudad. Alianza Popular y el Centro Democrático y Social dieron también vía libre a la adquisición del palacio de Linares, con la participación económica de otras instituciones públicas. La aportación municipal, según una enmienda del CDS, que fue aceptada, no excederá de un tercio del total de la operación, calculada en 3.000 millones de pesetas.El caos de tráfico en el centro de la ciudad pendió como una espada sobre el pleno. Las críticas a la incapacidad del Ayuntamiento para resolver los continuos atascos y las acusaciones veladas de incompetencia a la delegada del Gobierno, Ana Tutor, no impidieron el acercamiento de posturas de la oposición. Todos los grupos menos Izquierda Unida, se mostraron partidarios de "desaconsejar la celebración de manifestaciones que llevan aparejado el corte de la circulación de vehículos".Las restricciones afectan a todo el centro de la ciudad, en un eje comprendido por el paseo de la Castellana, la Gran Vía y la calle de Alcalá (véase EL PAIS de ayer). Según la propuesta aprobada, los manifestantes se "abstendrán" de hacer uso de estas calles los días laborales, entre ocho de la mañana y ocho de la tarde.

El acuerdo, sin embargo, sólo tiene carácter de consejo dirigido a la delegación del Gobierno. Una enmienda del CDS, aprobada por todos los grupos, añade una pizca de ambigüedad a la propuesta. "El acuerdo adoptado", dice, "no debe entenderse como una limitación del ejercicio del derecho de manifestación".

Izquierda Unida intentó ir más allá, y propuso que en los casos conflictivos debe primar sobre todos los demás derechos el de manifestación ciudadana. Esta enmienda, apoyada también por el CDS, fue rechazada por AP y el PSOE.