La Iglesia pide al Gobierno haitiano que frene la ola de violencia preelectoral
El Consejo Electoral Provisional (CEP) ratificó ayer su decisión de llevar adelante el proceso electoral que se inicia en Haití el próximo domingo con la primera vuelta de los comicios generales. Simultáneamente, la jerarquía eclesiástica pidió al Consejo General de Gobierno (CNG), que preside el teniente general Henri Namphy, que asuma sus responsabilidades para controlar la ola de violencia, que hasta el momento ha costado 11 vidas y al menos 30 heridos.
ENVIADO ESPECIAL,El teniente general Namphy parece, según aseguran fuentes diplomáticas, más preocupado por extender su control sobre las fuerzas armadas y, a través de ellas, tutelar el proceso político haitiano más allá de las elecciones.En un comunicado difundido ayer, el CEP manifestó su voluntad de cumplir con su misión de organizar las elecciones generales que concluirán el día 29 de diciembre con una segunda vuelta que consagre al nuevo presidente y a los parlamentarios. Al mismo tiempo, dirigió un llamamiento a la población para que colabore en el normal desarrollo de las votaciones, haciendo caso omiso de la campaña de violencia intimidatoria en curso.
El director de relaciones públicas del CEP, René Bellance, denunció la falta de colaboración del Gobierno, que está regateando los medios financieros y logísticos para poder completar el censo electoral -ya está registrado más del 70% de los eventuales votantes- y controlar la pureza de este primer ejercicio democrático haitiano de los últimos 30 años. "El Gobierno no sabe ocultar su despecho por no poder tener bajo su control el proceso electoral", añadió Bellance.
Sede incendiada
La sede del CEP está aún sin terminar. El anterior local fue destruido por un incendio. "El Gobierno se ha limitado a nombrar una comisión investigadora que quizá aclare algo... dentro de 10 años", dice Bellance. Ante esta situación, las medidas de seguridad parecen lógicas. Los visitantes son cacheados y las entradas al recinto están protegidas por sacos terreros colocados apresuradamente el martes, tras ser tiroteado el edificio. En los alrededores aparecieron pintadas que decían: "Viva el Ejército, muerte al CEP".Dada la tensión entre el Gobierno y el Consejo Electoral, fueron recibidas con alivio en medios políticos las resoluciones adoptadas por el Senado de EE UU y la Comunidad Europea en apoyo del proceso democrático haitiano y que suponen una más que velada advertencia al CNG de Namphy para que se abstenga de cualquier alteración del actual proceso democrático.
El general Namphy, entre tanto, guarda silencio desde el pasado jueves, cuando en la ceremonia del Día de las Fuerzas Armadas pronunció un discurso, vuelto a pasar el domingo por la pequeña pantalla, en el que hacía un panegírico de la institución castrense y resaltaba la disposición militar "de asuinir sus piernas responsabilidades en todo momento al servicio de la patria". En la alocución no figuraba una sola mención al proceso electoral en que se halla inmerso el país para retornar a la democracia plena.
Namphy se ha autoproclamado además jefe de las fuerzas armadas para los próximos tres años, al tiempo que ha ascendido y nombrado como número dos de la cúpula militar al mayor general Williams Regala -para algunos, el auténtico hombre fuerte de la situación desde su doble cargo de ministro de Defensa y del Interior El CEP y observadores diplomáticos no dudan en clasificar este autonombramiento de Namphy como una maniobra anticonstitucional -ya que el cargo de jefe de las fuerzas armadas sólo puede ser designado por el presidente de la República y debe ser ratificado por el Senado- para condicionar el futuro régimen civil.
El sacerdote Jean Bertrand Aristide, figura relevante de la Iglesia popular, va aún más lejos al afirmar que el clima de violencia beneficia al Gobierno, que así se presentaría como "la única alternativa ante los extremismos para justificar la perpetuación de su dictadura militar".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.