Un semanario católico italiano critica al Papa en el 'caso Lefebvre'

El semanario católico Acción Social, de la Asociación Católica de Trabajadores Italianos (ACLI), ha criticado con dureza el comportamiento del Vaticano en el caso Lefebvre, arzobispo integrista francés, fustigador del Concilio Vaticano II, que trata de reconciliarse con Roma.Según la revista, "Marcel Lefebvre no se ha retractado públicamente de sus gravísimas acusaciones contra Juan XXIII y Pablo VI, ni ha aceptado las enseñanzas del Concilio Vaticano II".

Por tanto, hasta que esto suceda, añade Acción Social, "nadie podrá dudar de que el acuerdo aparezca como una debilidad de la Santa Sede frente a las pretensiones del arzobispo ultraconservador".

La tesis de la revista de ACLI es que Lefebvre ha chantajeado al Vaticano amenazando con consagrar obispos y crear así un cisma en la Iglesia. En vez de la excomunión de Lefebvre, se ha llegado a un acuerdo con el papa Wojtyla. Acción Social se pregunta hasta qué punto "las exigencias de la verdad pueden ser sacrificadas a favor de la comunión".

Igual para todos

Lo que subraya Acción Social es si la tolerancia en la Iglesia tiene que ser igual para todos. Y se pregunta: "¿Por qué con algunos teólogos, incluso apoyados por sus legítimos pastores y ciertamente culpables de delitos teológicos infinitamente menos graves que los de Lefebvre, se ha adoptado la línea dura? ¿Es que quien se equivoca hacia la derecha es menos culpable que el que se desvía (según la Curia) a la izquierda? ¿O es que quien es fuerte y poderoso incluso para poder chantajear a la Iglesia tiene la posibilidad y el privilegio de escapar a las furias vaticanas, mientras que los pobres cristianos están expuestos a todo tipo de censura?".La revista de ACLI, cuyo presidente ha sido elegido diputado en las listas democristianas en las últimas elecciones, revela que ni Lefebvre ni la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, por él fundada, están dispuestos a aceptar las enseñanzas del Concilio Vaticano II.

Y cita al número dos de la Fratemidad, el padre Franz Schinidberger, vicario general de la obra, que acaba de afirmar: "Nosotros no estamos dispuestos a abandonar nuestra posición. Siempre se ha dicho que rechazamos el Concilio Vaticano II. En este caso no vale la pena siquiera dialogar con nosotros. Ésta es la posición de toda la Fraternidad. Y en este campo no cederemos ni un ápice".

Por lo que se refiere a la defensa que hacen del comportamiento vaticano los que desean parangonar a Marcel Lefebvre con el hijo pródigo del Evangelio, algunos teólogos italianos han recordado que, en ese caso, Roma tendría que aplicar dicha doctrina de la misericordia con todos y no sólo con los "conservadores".