El alto coste del cierre de las bases de EE UU

Por donde quiera que mirés, parece que a Estados Unidos se le ha pedido que abandone o reduzca su presencia militar. Virtualmente, cada tratado bilateral o acuerdo de bases que mantiene Washington con sus aliados está en una peligrosa renegociación. Este es el caso de los aliados de la OTAN, muchos de los cuales están encontrando políticamente atractiva la sugerencia de yanquies, fuera. Muchos observadores se cuestionan si Estados Unidos puede afrontar la humillación política de ser expulsado del territorio de sus propios aliados.El Gobierno español ha anunciado que no renovará automáticamente el tratado de 34 años con Washington que regula la presencia de más de 12.000 soldados norteamericanos en varias instalaciones claves aéreas y navales. En Grecia, las negociaciones continúan sobre si se permitirá a las fuerzas estadounidenses permanecer después de que el acuerdo de defensa y cooperación expire en diciembre de 1988.

El reto de la continuidad de la presencia norteamericana no está limitado al sur de Europa. Otro ejemplo es Filipinas, donde EE UU mantiene las únicas instalaciones de importancia al sur de Japón y al oeste de Hawai.

La elección es difícil, pero parece claro que Estados Unidos no puede afrontar por más tiempo el lujo financiero de mantener su presencia militar donde quiera que le guste. Quizá los yanquies deberían buscar nuevos hogares.

17 de noviembre

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