La cuarentena no previene contra el SIDA, según un experto de la OMS

El guardar cuarentena en los pacientes que han entrado en contacto con el virus del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) no es un método seguro en la prevención de la infección y, sin embargo, produce daños en los derechos individuales y sociales, según ha comentado a la revista Newsweek International Jonathan Mann, epidemiólogo norteamericano que trabaja para la Organización Mundial de la Salud (OMS).Para Jonathan Mann, quienes están infectados no son peligrosos, a no ser que se mantenga con ellos relaciones sexuales sin protección o se compartan jeringuillas. "No son, por ejemplo, tan peligrosos como los enfermos de tuberculosis", afirma Mann, quien asegura que si excluimos a los enfermos de SIDA estamos atropellando sus derechos y nuestros derechos como personas. "Si se dice que a quien se le encuentre afectado por el SIDA se le va a recluir, lo único que vamos a lograr es empujar el problema a la clandestinidad".

Por estas y otras razones, el experto de la Organización Mundial de la Saluda se ha manifestado abiertamente contrario a las prácticas de control especial que mantienen algunos países con los inmigrantes.

"Si se desea proteger a la sociedad de la infección, se puede demostrar que no es una medida eficaz en ningún país del mundo y mucho menos en uno que tiene ya un número importante de personas afectadas", declara. Mann plantea los interrogantes de qué se iba a hacer con las personas que den positivo cuando regresen de visitar otro país y si se les iba a recluir.

Jonathan Mann ha dicho, por otra parte, que una vacuna contra el SIDA que pueda aplicarse a la población en general tardará todavía unos cinco años en encontrarse, a pesar de los enormes esfuerzos que hacen los científicos de todo el mundo.

Según Mann los logros del Programa Global Contra el Sida de la Organización Mundial de Salud son ya múltiples: "Desde el 1 de febrero, 149 países han formado comités nacionales de SIDA, y 109 han solicitado formalmente el apoyo de la OMS para el desarrollo de sus propios programas. En el área de las investigaciones biomédicas hemos reunido a los más destacados científicos internacionales, y han acordado formar un banco mundial de virus en la OM S, para que los investigadores puedan disponer en cualquier momento de cepas víricas".

"En el área de la vigilancia y de la predicción, hemos desarrolladoa un banco global de datos que estará a disposición de medios de comunicación, de investigadores, de cualquiera que lo desee, sobre las situación actual del SIDA en todo el mundo", recuerda este experto.

"En la investigación social y del comportamiento", agrega Mann, "hemos desarrollado un folleto para viajeros internacionales. También disponemos de un foro para el debate de las complejas cuestiones que conlleva el SIDA, incluyendo criterios para los programas de control".

Según Mann, no debe esperarse que haya una vacuna a disposición de toda la población hasta dentro de cinco años como mínimo. "No se ha elaborado jamás una vacuna contra un retrovirus, de manera que los investigadores están trabajando literalmente en las fronteras de la virología y la inmunología", precisa.

Por otro lado, según el presidente de la Asociación Médica Americana, William S. Hotchkiss, los pacientes de SIDA en todo el mundo oscilan ya entre 5 y 10 millones, de los cuales un millón reside en EE UU. Esta organización ha declarado oficialmente que es "inmoral" que un médico rehúse atender a un paciente porque éste se halle afectado por el síndrome de inmunodeficiencia adquirida.